domingo, 15 de octubre de 2017

Vignemale. Pique Longue y Petit Vignemale desde Pont d'Espagne

Vignemale. Pique Longue y Petit Vignemale desde Pont d'Espagne
Año 2011. Participantes: Carlos, Rober y yo.

Visita de tres días al macizo Vignemale ubicado en territorio francés. Es probablemente la zona más alpina de los Pirineos, realmente magestuosa y de obligada visita para cuaquier montañero que se considere como tal. El objetivo es coronar su principal cima denominada oficialmente Pique Longue, aunque coloquialmente se la conoce como Vignemale, y en función de las circunstancias y el tiempo visitar algunos más de los varios tresmiles que hay en el macizo.

En principio se trataba de una salida oficial del Club Nemus, aunque como hubo algunos pequeños problemas de última hora para llevarla a cabo como tal, al final nos juntamos Carlos, Rober y yo que teníamos interés en ella y nos decidimos a hacer la salida pero por nuestra cuenta en plan privado.
 
El plan inicial era partir desde Bujaruelo para subir por el valle del río Ara y a través del Collado de los Mulos acceder al refugio de Oulettes de Gaube, desde donde ya nos plantearíamos el ascenso a las cumbres al día siguiente. Íbamos en plan de vivac, lo que nos permitía ser flexibles para ver cómo plantear el tercer día y el regreso al coche.
 
No obstante los planes sufrieron sobre la marcha algunos cambios, como se verá a continuación y ya se intuye en el título de este artículo.


Ajetreado viaje en coche (22 de julio de 2011)

Salimos en coche desde Torrejón de Ardoz Carlos, Rober y yo con la idea de cumplir los planes iniciales; de hecho ninguno de los tres nos hemos planteado otra cosa dado que por algunos pequeños problemas entre los que se encuentra la imposibilidad de que pudiera venir quien había organizado y planificado la excursión, se ha anulado como actividad oficial del Club en el último momento. Ha sido todo un poco repentino y nosotros simplemente hemos apostado por seguir adelante con la misma idea.

Hacermos una parada en una estación de servicio a cenar algo... y surge el tema. Rober le estaba dando vueltas al coco en cuanto a que dejar el coche en Bujaruelo va a resultar mucha caminata de aproximación y le da pereza solo de pensarlo... a estas horas rápidamente esa pereza nos la contagia a Carlos y a mí también; además tal y como está planteado los días quedan un poco mal repartidos habiendo días palizote y días light. En vista de ello, en la propia estación de servicio empezamos a maquinar el cambio de planes. La alternativa que yo conozco es acceder por Gavarnie, lo que supone unas cuantas horas más de coche, pero luego lo ahorramos en aproximación si en lugar de acampar junto al refugio de Oulettes de Gaube lo hacemos en el de Baysselance. Una llamada de consulta a un compañero nos proporciona otra idea que parece interesante: acceder desde Pont d'Espagne.

Solo hay un pequeño problema... que ninguno de los tres ha estado hasta ahora en Pont d'Espagne y el mapa que tenemos no abarca esa zona. No obstante el recorrido parece fácil de seguir, así que decidimos apostar por esa opción que parece bastante interesante y nos ahorra alguna que otra hora de coche. En la misma estación de servicio hacemos planes de subir Petit Vignemale y bajar a dormir a Baysselance, y al día siguiente hacer el Vignemale y las restantes cimas que sobre la marcha se pongan a tiro en función de las fuerzas y ganas que tengamos.

Entramos a Francia con el coche y empezamos a hacer el tremendo rodeo por malas carreteras que hay que hacer... puertos con retorcidas carreterillas donde la llovizna y la niebla campa a sus anchas... es madrugada, no se ve nada, ni una luz, ni un coche... parece de película de terror. Entramos en una zona menos solitaria en la que pasamos por alguna que otra población y vamos atentos a ver dónde podemos abastecernos de agua... no es fácil a estas horas en las que todo el mundo está durmiendo y encima la oscuridad campa a sus anchas.

Aparece como una visión una fuente en una población... ¿será verdad?... ¡eureka!... parada al canto para llenar cantimploras y de paso aliviar vejigas.

Continuamos nuestro viaje hasta pasar Cauterets y llegar finalmente a Pont d'Espagne tras recorrer una carretera de montaña en bastante buen estado pero con algunas horquillas... Una barrera parece bloquear el acceso y son más de la 1:30 de la madrugada; no lo conocemos, así que por prudencia decidimos apartar el coche en la carretera un poco más abajo, donde veamos que se puede dejar un poco apartado el coche y vivaquear junto a él.

Inmediatamente empieza a lloviznar... tenemos fundas de vivac, pero preferimos acoplarnos como podamos en el interior del coche... aunque vamos a dormir de pena, y más siendo tres... Una lástima que no conociéramos Pont d'Espagne y no se viera nada de noche, ya que en sus soportales que vimos al día siguiente habríamos podido dormir infinitamente mejor.


Pont d'Espagne - Petit Vignemale - Refugio Baysselance (23 de julio de 2011)

Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Petit Vignemale (3032 m)
Dificultades: El recorrido no presenta dificultades destacables. Senderos en general bien marcados.
Longitud total: 14,8 km;     Desnivel acumulado positivo:  1680 m;     Desnivel acumulado negativo: 490 m

Tiempos:

Los tiempos aproximados el día en cuestión, incluyendo numerosas paradas y tiempos de recreo con fotos y vistas paisajísticas, visita a cabaña du Pinet, escondido y recuperación de mochilas, etc, fueron los siguientes:   
  • Pont d'Espagne-Refugio Oulettes de Gaube: unas 3h
  • Parada en Refugio Oulettes de Gaube: 30min
  • Refugio Oulettes de Gaube-Horcada de Ossoue: algo más de 1h30min
  • Horcada de Ossoue-Cima Petit Vignemale: 40min
  • Parada en Cima Petit Vignemale: 20min
  • Cima Petit Vignemale-Refugio Bayssellance: 50min
Track: 
Generado sobre mapa (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 144


Fecha:  23 de julio de 2011

Hemos dormido fatal, todo encogidos. A veces me daban ganas de salir a dormir fuera del coche a pesar de la llovizna, pero el adormilamiento no me dejaba las fuerzas suficientes para hacerlo.

Empieza a salir la luz del amanecer... tenemos una lucha interna entre levantarnos y estirarnos o intentar dormir un poco más, ya que además de dormir mal ayer nos acostamos tarde... por ahora va ganando lo segundo.

Ya bien iluminado el día va siendo momento de levantarse, así que salimos del coche y nos empezamos a desperezar.

Parecemos unos indigentes, estirando los sacos, a medio vestir, alguno en calzoncillos, otro meando en la cuneta, todos con la cara hinchada de dormir y los pelos de punta, cuando... se nos queda la cara a cuadros cuando empieza a pasar junto a nosotros una marabunta de gente corriendo... jajajajaja, joer, qué imagen debemos de estar dando... Nos enteramos de que es un trail de montaña que han salido de Cauterets para ir a hacer cima en el Petit Vignemale y volver a Cauterets... buena palicilla se van a dar.

No son antes de las 9 de la mañana cuando ya hemos desayunado, puesto todo en orden, equipado, y estamos listos para echar a andar. Calculamos que tenemos tiempo más que de sobra así que no tenemos mucha prisa... y se nota.
 
Preparándonos sin mucha prisa para salir. Otro coche ha aparcado tras nuestro

En pocos pasos llegamos al aparcamiento de Pont d'Espagne y enseguida vemos los grandes soportales que hay en la zona de taquillas... vaya cara de idiotas que se nos queda pensando lo bien que habríamos dormido allí... en fin, ya no hay solución y lo hecho hecho está. A pesar de que ya no es tan temprano lo cierto es que no hay nadie por aquí y parece como si estuviera abandonado, cuando no es así.

Cruzamos la "entrada" de Pont d'Espagne y comenzamos la subida al Lac de Gaube. Es una subida entre la vegetación que resulta bastante agradable y vistosa. En menos de una hora nos plantamos en Lac de Gaube, ya que no llevamos mal ritmo a pesar de los mochilones y de haber dormido poco.

Ya cerca de Lac de Gaube empiezan a asomar por el fondo las cimas del macizo

El paisaje de Lac de Gaube y su entorno nos fascina. Además al fondo ya se ven asomar los picos del macizo, desde antes de llegar a Lac de Gaube.

Ya muy cerca del Lac de Gaube
Una cascada...
...Ahora con el trípode salimos los tres

Tras unos 15 minutos de hacer fotos y contemplar el paisaje reanudamos la marcha. Hay que bordear el lago por la derecha.

Carlos y yo con el Lac de Gaube a nuestras espaldas
Bordeando el Lac de Gaube
El lago es grande, así que se tarda un poquito en bordearlo

Tras recorrer toda la orilla del lago y sobrepasarlo, el sendero empieza a subir de nuevo, ya que el lago ha dado un largo respiro en cuanto a pendientes. Enseguida hay un puente que permite pasar al otro lado del río donde hay una cascada. El entorno sigue siendo muy vistoso.

Dejamos el lago atrás y empezamos a subir de nuevo
Vista atrás del lago
El entorno es muy agradable
Gracias a este puente pasamos al otro lado del río sobre una cascada

Un poco más arriba se ve una cabaña unos metros a la izquierda del sendero. Me decido a desviarme y visitarla, ya que nunca se sabe si podemos necesitarla. Es una cabaña refugio diáfana pero más o menos limpia y perfecta para refugiarse; posteriormente he visto que está denominada como Cabaña du Pinet.

Continuamos la subida, que tiene un par de tramos intermedios más llanos. Como imagen de fondo tenemos siempre los picos del macizo, si bien según nos vamos acercando la visión de los mismos sigue creciendo en espectacularidad. Ya relativamente cerca del refugio de Oulettes de Gaube la vista es espectacular, destacando el paredón norte del Vignemale que, quién me lo iba a decir en ese momento, lo escalaría unos años más tarde viviendo una de mis aventuras más emocionantes (ver Vignemale. Vía "Norte clásica" (1000 m, 25 largos, V)).

El recorrido va alternando subidas con un par de tramos intermedios más llanos
En el centro los aproximadamente 1000 metros de la majestuosa pared norte que escalaría unos pocos años más tarde. A media distancia vemos que todavía quedan subidas de camino al refugio, pero ya desde aquí podemos gozar tanto de todo el esplendor del macizo como del grande y agreste glaciar que hay a sus pies.
Un poco más arriba. Las últimas subidas hacia el refugio todavía tapan la parte inferior del glaciar, pero cada vez se ve más al completo
Un zoom. A la izquierda podemos ver una extensa zona de seracs en el glaciar

Llegamos al refugio de Oulettes de Gaube a la vez que nos cruzamos con los primeros corredores del trail que están de vuelta tras haber coronado el Petit Vignemale.

Llegando al refugio, que asoma por la izquierda, nos vamos cruzando con los corredores más aventajados del trail, que ya bajan


Las vistas desde el refugio te dejan absorto, así que nos tiramos nada menos que 30 minutos en la agradable terraza del refugio contemplándolas a la vez que picoteamos frutos secos para reponer algo de energias. Incluso oímos algún estruendo que otro proviniente de las grandes roturas de hielo en el glaciar.

Tras este parón reanudamos la marcha. El sendero se empina y empieza a hacer zigzags. Yo llevo una antena GPS (en ese momento prácticamente no se conocían los aparatos GPS) e intento ponerla en marcha para probarla intentando que le mande las coordenadas de nuestra posición al móvil... me tiro un buen rato de subida entretenido con ella, mirando la antena en lugar del paisaje, hasta que me doy por vencido sin conseguirlo, además de que me cuesta un poco avanzar mirando la antena en lugar de por dónde piso y al final voy a acabar esmoñándome.

Ya hemos dejado el refugio atrás
Vista a la derecha. En el centro-izquierda sin nubes el collado de los Mulos, por donde pensabamos llegar al refugio en los planes iniciales. Se puede apreciar el sendero que baja de él, cómo zigzaguea para hacer el acusado descenso

Esta parte se hace un poco pesada, pues es empinada y parece que nunca termina; y sobre todo la última parte vas inmerso en un mar de rocas. Afortunadamente el paisaje es para deleitarse, con las paredes del macizo y los glaciares que se escurren por ellas.

Parece que nunca llegamos a la horcada, inmersos en este mar de rocas sueltas
Por el lado derecho parece vigilarnos la cumbre del Vignemale
Mientras, seguimos avanzando por este mar de rocas, con la vista del llamativo glaciar del Petit Vignemale, que baja escoltado entre las cimas del Petit Vignemale (izquierda) y Punta Clausenque (derecha)

Finalmente llegamos a la horcada de Ossoue. Al otro lado de ella tenemos más abajo el refugio de Bayssellance perfectamente a la vista. Pero antes de bajar a él tenemos que dar cuenta del Petit Vignemale, que lo tenemos a la derecha de la horcada segú llegamos.

Al fondo, abajo pero en un alto, el refugio de Bayssellance visto desde la horcada
Vista desde la horcada hacia el Petit Vignemale (izquierda) y cima princpal del Vignemale (derecha), con sus cimas intermedias entre ellos

Dado que al bajar del Petit Vignemale vamos a volver a pasar por la horcada, optamos por dejar escondidas las mochilas por aquí y recuperarlas a la vuelta. La verdad es que no es del todo fácil encontrar por aquí un buen escondite para las mochilas, pero al final nos apañamos para que al menos no queden muy a la vista.

Iniciamos la subida al Petit Vignemale. Las energías ya no están tan frescas como antes, pues ya hemos ido consumiendo bastantes hasta llegar aquí, así que nos cuesta algo ir subiendo, pero en unos 40 minutos nos plantamos en la cima del Petit Vignemale. Foto cimera y a disfrutar de las magníficas vistas, donde tenemos a lo lejos y sobre un mar de nubes los picos Balaitus y Midi d'Ossau. También podemos observar desde aquí el glaciar de Vignemale que mañana tendremos que remontar para hacer cima en la cumbre principal del macizo.

Cima del Petit Vignemale
Rober, y de fondo las cimas intermedias hasta la última que es la cima principal del Vignemale
Mirando un poco más a la derecha, al fondo a lo lejos, emergiendo de un mar de nubes, se aprecian, de derecha a izquierda, el Balaitus, Frondiellas y el Midi d'Ossau
Y mirando por el lado izquierdo se aprecia el extensísimo glaciar d'Ossoue que tendremos que remontar mañana para acceder a la cumbre principal. Con cierta agudeza visual se puede apreciar algún puntito por el centro que corresponde a algún montañero y da idea de la enorme magnitud de este glaciar.
 
Algún desaprensivo no ha tenido mejor idea que hacer sus necesidades prácticamente en la cima. Entiendo que puede que no haya mucho sitio aquí en la cima donde evacuar el apretón, pero creo que luego podía haber tenido compasión de los demás y haber arrojado la mierda hacia abajo donde no hubiera nadie. Gracias a ello el olor en la cima es nauseabundo, por lo que enseguida "rebautizamos" al Petit Vignemale como "Petit Huelemal", en una pequeña muestra del continuo tono chistoso que llevaríamos los tres durante estos tres días tras los que volvería casi con agujetas en la mandíbula de tanto reir. A pesar del olor conseguimos aguantar unos 15 minutos en cima gracias al atractivo paisajístico que tenemos, durante los cuales llegaría a cima algún montañero más y nos veríamos en la necesidad de justificarnos de que el olor reinante no es culpa nuestra.

Bajamos de nuevo a la Horcada de Ossue y recuperamos nuestras mochilas. Continuamos y no tardamos mucho más en llegar por fin al refugio de Bayssellance.

Bueno, habrá que empezar a bajar de aquí
Zoom en la bajada, mirando casi hacia atrás, donde se aprecia mejor Frondiellas y Balaitus en el centro, y más a la izquierda a punto de quedar escondido el Midi d'Ossau
Vista atrás al llegar de nuevo a la horcada y recuperar nuestras mochilas

Una vez junto al refugio nos buscamos un buen sitio donde poder vivaquear y allí soltamos nuestras cosas y nos acoplamos. Hay bastante gente también acampada por donde nosotros, pero todos con tienda de campaña... parece que somos los únicos que venimos aquí de vivac... Rober se mosquea, instigado también porque parece que los demás nos miran como si estuvieran pensando "¿dónde van estos pirados a acampar aquí sin tienda? Se van a quedar tiesos de frío". Rober se queda bastante intranquilo al respecto, así que surge el tema... Yo considero que voy bien equipado con mi funda y saco y que no voy a pasar frío, pero el saco de Rober parece que no es tan potente... hay discrepancia de opiniones, pero como Rober no lo ve claro se acerca al refugio por si hubiera plaza libre... le contestan que hasta las 18:00 no van a saber si falla alguien.

De paso compramos unas latas de cerveza y nos disponemos a tomárnoslas dentro del refugio, cuando no nos dejan entrar, ya que está recién limpio y no van a dejar entrar hasta más tarde. Encima la cerveza está caliente... desde luego que a mí se me han quitado las pocas ganas que tenía de alojarme en el refugio... Echamos el rato descansando y fotografiando el bonito paisaje que tenemos desde aquí.

Bonito paisaje mirando hacia el sur-sureste desde el refugio...
...si hacemos zoom y aunque las nubes intenten ocultarlos, podemos apreciar mejor que se trata del Pico Marboré (a la izquierda del todo), el Casco (en el centro-derecha), la Brecha de Rolando justo a su derecha, el Taillón (a la derecha)...

Según estamos por allí parados y sin movernos, a la vez que va cayendo la tarde y con ello las temperaturas, nos va dejando el cuerpo frío... Rober ya no tiene ninguna duda de intentar alojarse en el refugio de la forma que sea, así que nos acercamos a preguntar pasada la hora estipulada y nos confirman que tenemos plaza para dormir... eso sí, a precios que te dejan más helado todavía.
Inscritos ya en el refugio y dejándonos ya pasar adentro acoplamos nuestras cosas. No sería muy tarde cuando ya cenamos y poco más tarde nos iríamos a dormir, pues al importante desgaste de hoy hay que añadir que la noche anterior habíamos dormido muy mal.
  

Refugio Bayssellance - Pique Longue (Vignemale) - Cabaña du Pinet (24 de julio de 2011)

Datos: 
Actividad: Alpinismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Pique Longue (Vignemale) (3299 m)
Dificultades: Las trepadas finales pueden llegar a dar algo de guerra al que no esté muy acostumbrado a estos entornos. Además hay que tener mucho cuidado para no tirar piedras y rocas que caigan a los que van por debajo, ya que el terreno está muy descompuesto y suelto. En  cuanto al glaciar, el ascenso por él no es complicado y dependiendo de las condiciones podría incluso a no llegar a ser imprescindible el uso de crampones, pero al menos por precaución siempre es recomendable ir provisto de crampones y piolet.
Longitud total: 16,2 km;     Desnivel acumulado positivo:  1110 m;     Desnivel acumulado negativo: 1960 m

Tiempos:

Los tiempos aproximados el día en cuestión, incluyendo paradas, fueron los siguientes:   
  • Refugio Bayssellance-Cima Vignemale: aproximadamente 2h40min
  • Cima Vignemale-Refugio Oulettes de Gaube: uuas 3h30min incluyendo estancia en cima y parada en Refugio Baysselance para recuperar el resto de cosas
  • Parada en Refugio Oulettes de Gaube: 1 hora aproximadamente 
  • Refugio Oulettes de Gaube-Cabaña du Pinet: 1 hora aproximadamente, bajando algo ligeros
Track: 
Generado sobre mapa (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 165


Fecha:  24 de julio de 2011

Tras una buena noche reparadora en el refugio nos despertamos no demasiado temprano. Al preguntar a los que habían pasado la noche fuera nos cuentan que ha hecho mucho frío, con lo que especialmente Rober se alegra mucho de haber podido finalmente dormir en el refugio.

Tras desayunar y preparar todo, partimos habiendo aligerado las mochilas con los sacos, aislantes y todo aquello que no vayamos a necesitar para subir a cima, ya que luego volveremos por el refugio y lo recuperaremos. Nuestro plan es flexible, ya que vamos de vivac, y en principio nos planteamos ver sobre la marcha dónde nos instalamos para pasar la siguiente noche; nuestra idea es ver a qué hora y con qué ganas llegamos de vuelta al Refugio de Bayssellance y si nos va bien continuar hasta el refugio de Oulettes de Gaube donde las temperaturas nocturnas suponemos que serán bajas pero no tanto como aquí.

Partiendo de refugio de Bayssellance

El día está nuboso, de hecho las nubes nos envuelven y estamos metidos en ellas. Hay algo de llovizna, o más bien la propia humedad de las nubes. No obstante en principio eso no es impedimento para continuar nuestros planes, con la opción de poderlos abortar y darnos media vuelta si las cosas se complican.

El inicio es un poco desconsolador, ya que inevitablemente no solo hay que bajar unos 100 metros de desnivel para volverlos a subir a continuación, sino que de retorno al refugio toca hacer también lo mismo pero en sentido contrario. Así que mientras bajas por las empinadas rampas no puedes dejar de pensar que luego tocará subirlas y no tan frescos como ahora.

Cuando llegas al punto adecuado, hay que salirse del GR y girar a la derecha para encaminarse hacia el glacias de Ossoue, ya que el GR sigue bajando en dirección hacia Gavarnie. En ese punto se cambia pasando de bajada a subida.

Una vez metidos en subida cambias a mentalidad positiva, pensando que tu esfuerzo ya sirve para ir descontando metros de desnivel para la cima.

Enseguida alcanzamos las primeras estribaciones del glaciar y pronto estamos metidos de lleno en él.

Vamos a empezar a subir por el glaciar

En cuanto cogemos un poco más de altitud nos encontramos metidos totalmente en una densa niebla. Además todo nuestro entorno es la nieve helada del glaciar, así que lo único que vemos es blanco mires a donde mires. Vamos totalmente a ciegas , pero esperamos ir bien, pues en definitiva se trata de subir el glaciar de forma más o menos directa hacia arriba. Esta situación permanece así todo el rato, así que subir y subir sin ningún tipo de referencia ni nada empieza a ser un poco pesado. Por otra parte tenemos que tener la precaución de no separarnos mucho entre nosotros, para que no nos perdamos unos de otros.

Después de mucho rato subiendo así, de repente oímos voces... al parecer estamos muy cerca de un grupo de gente, y en algún momento la niebla nos deja discernir los bultos. Parece que hay unos cuantos y en cuanto llegamos a ellos nos damos cuenta que ya es el inicio de las trepadas que llevan a cima; ha sido providencial porque yo hubiera seguido subiendo el glaciar pensando que todavía quedaba más y habría tenido que retroceder cuando me diera cuenta de mi error.

Junto al inicio de las trepadas parece que hay algo más de visibilidad; no sé si la presencia de la pared de roca en lugar de todo hielo y nieve tiene algo que ver, probablemente sí. En cualquier caso eso nos viene bien para no ir tan a ciegas. Además eso nos va a permitir poder hacer alguna que otra foto, ya que hasta aquí la niebla era tan densa y la blancura tan intensa que resultaba absurdo intentar hacer fotos.

El resto de gente anda un poco despistada y reina un poco de caos, muchos no saben qué hacer, pero nosotros nos disponemos a hacer las trepadas. Las nubes han dejado todas las rocas completamente empapadas, así que hay que tener mucho cuidado.

Comenzamos a trepar. Hay que ir buscando los mejores sitios para poder trepar, pues algunas zonas o puntos obligan a pensar un poco para ver por dónde atacarlos, especialmente con la roca tan mojada. Quizás la parte más delicada es al poco de iniciar las trepadas, aunque también depende de por dónde vayas. Quizás superado el primer tercio de trepadas o algo más, el resto es algo más fácil y se puede ir más a saco, aunque siempre hay que ir con la precaución de no tirar piedras hacia abajo para no dar a nadie, pues está todo tremendamente suelto.

Primeros compases de las trepadas. La gente abajo
Algún punto, y dependiendo de por dónde vayas, puede dar un pelín más de guerra, pero en general no son trepadas complicadas
Cruzándonos con gente destrepando

Tardamos unos 20 minutos en ventilarnos los aproximadamente 100 metros de desnivel que suponen las trepadas... con eso se aprecia que es un buen ratillo de trepar continuamente. Aunque por poner un ejemplo que sirva de referencia, son trepadas por lo general algo más fáciles y menos expuestas que las trepadas finales de Torrecerredo.

Una vez terminadas las trepadas aún queda girar hacia la derecha y recorrer un cortito tramo de cresterío para llegar a la cima.

En la cima hace viento, fresquete... y encima tampoco es que se vea mucho con tanta nube. Por ello nos hacemos la foto cimera e intentamos hacer alguna que otra foto más y nos refugiamos en el vivac que hay junto a la cima para picar algo rápido y descansar.

Cima de Vignemale
Con el Pico Clot de la Hount al fondo
Rober con el mar de nubes detrás
Refugiados unos minutillos en el vivac

Antes de que se cumplan los 10 minutos en cima decidimos emprender el descenso. Recorremos de nuevo el tramo de cresterío, con algunas pequeñas dudas de por dónde eran las trepadas, pues realmente hay bastantes sitios por dónde empezarlas. Luego tienes que ver por dónde seguir destrepando, con cuidado de no ir a parar a un punto sin posible continuidad o con continuidad demasiado complicada. Pero al final acabas convergiendo más o menos hacia los mismos sitios y acabas encaminado hacia el mismo punto donde empezaban las trepadas.

Cresteo para ir a la zona de las trepadas. Nos vamos a cruzar con un montañero que viene, pero se pasa bien
Mis compañeros en el destrepe...
...Y yo

Una vez hemos bajado al pie de las trepadas propongo ir a coronar Cerbillona, pues pilla bastante a huevo... pero mis compañeros se niegan ya que dicen que total no se va a poder ver nada. No voy a ir yo solo por mi cuenta ya que trastoco a mis compañeros por algo que ciertamente tampoco vale la pena en estas condiciones, así que tras insistir varias veces y ver que no les convenzo tiramos para abajo. Toca de nuevo descender por el glaciar haciendo el recorrido inverso al que hicimos en la subida. Afortunadamente la visibilidad, sin ser buena, es algo mejor que la que hemos tenido a la subida.

Según vamos bajando de altitud la visibilidad va mejorando, así que no tenemos problema en llegar abajo y enganchar con el GR que cogiéndolo de subida nos llevará de nuevo al refugio Bayssellance.

La subida ahora hacia el refugio de Bayssellance sienta fatal, tal y como sospechábamos, pero hay que poner el piñón fijo y subirlo poco a poco y sin pensarlo mucho. Nos vamos encontrando a algún grupo que se "atasca" un poco en esta subida.

Llegamos al refugio Bayssellance, donde reponemos agua y recuperamos nuestras cosas. Allí comemos y descansamos un poco.

Una vez repuestos y algo más descansados reanudamos la marcha. Ahora toca seguir subiendo pero con las mochilas más llenas... esto sienta peor todavía.

Desde el refugio Bayssellance hasta la Horcada de Ossoue tampoco es una subida muy larga, así que un paso detrás de otro llegamos a ella. Ahora toca toda la bajada hasta el refugio de Oulettes de Gaube, en cuyas cercanías es donde en principio tenemos previsto pasar la noche.

A mitad de bajada tenemos una espectacular imagen paisajística del valle donde podemos ver el circo del glaciar dels Oulettes, el refugio de Oulettes y todo el valle que baja, en el que destaca el Lac de Gaube.

Con un poco de agudeza visual ya se intuye el refugio entre la neblina
Espectacular visión la que tenemos, aunque las fotos no acaban de hacerle justicia. A la izquierda en el fondo del valle y con un poco de agudeza visual se ve el refugio de Oulettes, y a lo lejos destaca el Lac de Gaube

La bajada, como siempre suele pasar en los retornos, se hace un pelín larga, pero finalmente llegamos al refugio de Oulettes de Gaube. Allí echamos un rato reponiéndo líquidos y energía y descansando un poco. No obstante, como todavía es relativamente pronto, propongo seguir bajando hasta la Caseta du Pinet, que inspeccionamos a la ida, pues parece un buen sitio para dormir esta noche y encima bajo techo y a menor altitud, además de que quedamos a tiro de piedra para bajar mañana al coche en un pis pas.

En el refugio de Oulettes de Gaube


Así hacemos, así que partimos del refugio de Oulettes. Al principio bajamos normal, pero enseguida se me pasa por la cabeza que lo mismo alguien se nos puede adelantar y quitarnos el sitio, así que decido en un primer momento apretar el paso, pero finalmente para intentar llegar antes les digo a mis compañeros que me adelanto yo para ir cogiendo la cabaña. Bajo a un ritmo alegre, sin llegar a correr, pues con el mochilón resultaría algo complicado, pero casi, así que en una hora desde que salimos del refugio de oulettes me planto en la cabaña... no hay nadie, está libre. ¡estupendo!

Abandonamos el refugio de Oulettes de Gaube
Vista del descenso al poco de empezar
Algunos bonitos parajes
Mirando hacia arriba
Ya se ve la cabaña en el lado derecho. Al fondo el Lac de Gaube

No tardan mucho más en llegar mis compañeros mientras me estoy acomodando. Ellos hacen lo mismo y enseguida Rober se pone a echarse una siesta a la puerta de la cabaña mientras Carlos y yo inspeccionamos los alrededores. La verdad es que es pronto y podríamos incluso habernos planteado bajar directamente hasta el coche, pero tampoco tendría mucho sentido si aquí vamos a dormir mejor. 
 
Foto de la cabaña con Rober durmiendo la siesta en la puerta
Una vista de la cabaña desde los alrededores

Al poco llega una chica a la cabaña. Es francesa, pero más o menos habla español. Al principio se queda un poco contrariada porque pensaba dormir en el refugio y nos ha encontrado dentro, pero luego nos pregunta si no nos importa que duerma ella también en la cabaña, a lo que le respondemos que por nuestra parte no hay ningún problema.

La chica, que rápidamente apodamos como "la francesita", nos cuenta que se está dedicando a recorrer GRs ella sola. Nos maravillamos de su mochila porque a pesar de no parecer muy grande saca todo tipo de cosas y parece tenerla escrupulosamente organizada y colocada. Rober dice de cachondeo que parece la maleta de "Sport Billy", una serie de dibujos animados de cuando éramos pequeños en la que el protagonista tenía una pequeña maleta de la que salían todo tipo de objetos.

Por si fuera poco en estos dos días tan chistosos que llevamos, la francesita nos da un juego tremendo para bromear y reirnos todavía más. Además se producen algunas situaciones un tanto cómicas, como que cada vez que sale la francesita de la cabaña los tres aprovechamos al unísono para expulsar todos los gases que nos hemos estado conteniendo mientras estaba ella. Otra de las situaciones es cuando nos estamos preparando para dormir... el escote de la francesita está constantemente a punto de enseñarnos algo cada vez que se agacha, lo que nos tiene a los tres la mar de entretenidos; y despues de mucho esperar sin que llegue a ocurrir decido quitarme las lentillas... todavía no sé si es la ley de Murphy o si mis dos compañeros simpleemente quieren chincharme con ello, pero según me dicen tras quitarme las lentillas se produce ese momento tan esperado; posiblemente fuera verdad porque mis compañeros no se habían percatado de que me había quitado las lentillas y tras producirse el famoso momento y salir un momento después la francesita de la cabaña me preguntan si lo he visto, a lo que les respondo "me cago en la mar... ahora que me he quitado las lentillas...", con el consiguiente descojono de mis compañeros, ya que en la penumbra y sin ellas no he podido apreciar si se ha sobrepasado el límite que tantas veces ha estado a punto de sobrepasarse.

Una foto de grupo, con la francesita

Se producen algunas situaciones cómicas más, como cuando la francesita saca un tubito de la mochila como los que contenían antiguamente las pastillas efervescentes, que parece un consolador... nosotros nos miramos y nos preguntamos extrañados qué es eso... y resulta que de su interior saca un saco sábana. Pero finalmente empieza a reinar la calma cuando nos ponemos todos a dormir, cosa que hacemos todos con una sonrisa de oreja a oreja como si se nos hubiera quedado fija la muesca de tanto reir; y es que, intentando dormir, en nuestra mente no paran de repetirse todos estos momentos, que nos hacen reir internamente.


Cabaña du Pinet - Pont d'Espagne (25 de julio de 2011)

Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Ninguna
Dificultades: Recorrido bien marcado y sin dificultades.
Longitud total: 4,7 km;     Desnivel acumulado positivo:  20 m;     Desnivel acumulado negativo: 350 m

Tiempos:

El tiempos aproximado que empleamos para el descenso desde la Cabaña du Pinet hasta Pont d'Espagne, incluyendo paradas, fue de unos 50 min aproximadamente.
 
Track: 
Generado sobre mapa (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: Entre 27 y 32


Fecha:  25 de julio de 2011

No hemos pasado mala noche y hemos podido descansar, aunque Rober se queja de los ruidos que hacía el roce de mi almuada hinchable con la arenilla del suelo... dice que parecía que me he pasado toda la noche rallando pan. La francesita también se despierta más o menos a la vez que nosotros, aunque ella tarda menos en salir del saco.

Desayunamos y recogemos todo. La francesita, que ha sido más diligente, se despide de nosotros y parte para continuar su camino. Nosotros salimos pocos minutos despues.

Saliendo de la cabaña

El día está lloviznoso, así que tenemos que poner las fundas impermeables a las mochilas. A pesar de ello bajamos de forma muy agradable hacia Pont d'Espagne, simplemente con algunas precauciones de no rebalar en algunas rocas ya que están empapadas.

Vista hacia abajo desde el puente de la cascada
Lac de Gaube, con neblina subiendo desde el fondo del valle


Vista atrás según bordeamos Lac de Gaube
Vista hacia la otra orilla
Venga, ¿seguimos o qué?
Bajando hacia Pont d'Espagne. Rober, con su funda de mochila aluminizada parece el Buzz Light Year
Vegetación frondosa

En menos de una hora nos plantamos en Pont d'Espagne. Allí aprovechamos los aseos y yo incluso me "apaño" para ducharme con el lavabo y una pastilla de jabón.

Recién "duchado", cruzando el aparcamiento de Pont d'Espagne hacia el coche, en busca de la ropa limpia

Descendemos el tramito de carretera hasta llegar donde el coche. Allí lo cargamos y nos montamos, partiendo hacia España.

Caudalosa cascada en la población de Cauterets

El viaje es largo, lógicamente como en la ida, pero ahora vamos a plena luz del día y podemos contemplar los estupendos paisajes por los que circulamos, que no tienen desperdicio. Como tenemos mucho tiempo podemos hacer el viaje tranquilamente.

Entramos a España por el Portalet y enseguida se le viene a la cabeza a Carlos que le habían recomendado comer cordero con setas en un restaurante de Tramacastilla de Tena... como es casi la hora de comer... no se hable más, pues prácticamente pilla de camino y apenas hay de desviarse.

Comemos tan ricamente en el restaurante, donde podemos comprobar efectivamente que la recomendación era buena, y después de comer continuamos tranquilamente nuestro viaje hacia Madrid.

Estuvimos un tiempo en el que no nos cansamos de comentar esta excursión tan especial, ya no solo por su espectacularidad paisajística y montañera, sino también por sus múltiples y constantes anécdotas y lo que nos dolían las mandíbulas de tanto reír. 

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