martes, 8 de agosto de 2017

Menejador

Menejador
Año 2013. Participantes: Victoria y yo
 
Combina el ser uno de los picos más altos de la provincia, y tener unas buenas vistas junto con una subida fácil y tremendamente agradable, ya que se sube por un sendero muy frondoso, vistoso y cómodo. El punto de partida, el Monasterio de la Font Roja, es un lugar muy privilegiado que bien merece una visita por sí mismo.

El hecho de que se pueda dejar el coche en el monasterio, a más de mil metros de altitud, y que la subida a cima quede reducida a unos 300 metros de desnivel, no solo no resta interés a la ascensión sino que consigue que disfrutes aún más de la subida al hacerla tranquila y relajadamente observando todo el entorno.

Tenía mucho interés en que m acompañara Victoria porque sabía que le iba a gustar mucho y le iba a resultar fácil, así que encontrado el día adecuado nos dirigimos para allá.

Si quieres, puedes acceder a la lista de los "unmiles" de Alicante visitados en este enlace.

Datos:
Actividad: Montañismo;      Zona: Alicante
Cimas: Menejador (1354 m).
Dificultad/Características: Ascensión fácil, sendero cómodo, agradable, vistoso y frondoso. Sin dificultades reseñables.
Longitud total: 3,9 km;     Desnivel positivo:  340 m;     Desnivel negativo: 340 m

Tiempos:
Nuestros tiempos aproximados desde el Pla de la Mina, sin prisas y con muchas paradas, fueron:
  • Inicio-cima Menejador: 40 min
  • Descenso al coche: 40 min

Track:
Grabado in situ, filtrado y retocado para eliminar incongruencias (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 42


Fecha: 21 de agosto de 2013

Llegamos al Monasterio de la Font Roja. Ya viniendo desde la carretera hemos visto que hay muchas nubes envolviendo la cima e incluso a ratos hasta más abajo del Monasterio... ¡qué mala suerte!... nos vamos a perder las vistas paisajísticas. Pero de todas formas vamos a disfrutar de un sendero espectacular.

Aparcamos y remoloneamos un poco por los alrededores, como si estuviéramos esperando disimuladamente a que se vayan las nubes. Nos dirigimos al Pla de la Mina, que está prácticamente al lado del monasterio, un pelín más arriba. De paso hacia el Pla de la Mina pasamos por la Cueva Gelada, que tiene la curiosidad de tener una temperatura muy fría (por eso se llama así). Nada más situarte junto a ella ya notas como si hubieras abierto la puerta de un potente frigorífico y te esté dando todo el frescor en el cuerpo. Según tengo entendido, la temperatura de esta cueva es de poco más de 5ºC (vamos, como la de un frigorífico),  lo que contrasta muchísimo con el calor ambiente en los días de verano. Hoy no es que haga calor excesivo, pero aun así, se nota muchísimo el frescor que emana de la boca de la cueva.

Dirigiéndonos al Pla de la Mina. Los alrederores del monasterio están bastante acondicionados
La Cueva Gelada

Continuamos e inmediatamente llegamos al Pla de la Mina, donde hay una especie de exposición al aire libre de una "carbonera" y un horno de cal, para que los visitantes puedan conocer cómo eran y curiosear. Nos entretenemos curioseando y leyendo los carteles con las explicaciones.

Leyendo los paneles informativos
El horno de cal
La carbonera
Curioseando todo
Las nubes nos tienen rodeados

Una vez satisfecha nuestra curiosidad, cogemos el sendero que sube más o menos directo hacia la cima. Está justo enfrente del Pla de la Mina y está señalizado su inicio, así que no hay pérdida. La alternativa es subir por una pista de tierra que alarga bastante más el recorrido haciendo un amplio vaivén para suavizar bastante la pendiente con respecto al sendero.

Justo enfrente del Pla de la Mina está el inicio del sendero, señalizado con un poste indicativo

El sendero es de lo más agradable, transcurriendo entre la frondosa vegetación. Es muy vistoso y se disfruta mucho subiendo por él. Está relativamente acondicionado, así que no tiene ninguna pérdida y se sigue muy fácilmente.








Al poco tiempo llegamos a un mirador. Nos asomamos... pero de momento hoy no vamos a poder ver nada. El mirador es curioso, puesto que es como un balcon, con su barandilla hecha con troncos de madera.

El mirador es como un balconcito. De momento las nubes no nos dejan ver nada

Continuamos subiendo por el sendero. Es algo empinado por lo que físicamente algo cansa, pero uno sube tan distraido y como es relativamente corto y se puede subir con calma, uno acaba subiendo casi sin darse cuenta, entre foto y foto.






El sendero va a parar a una pista, que hay que coger a la derecha. Enseguida llega al cordal donde hay una pequeña balsa circular a modo de depósito de agua, y donde nos juntamos con la pista que es la alternativa al sendero por el que hemos subido. 

Desde este punto podríamos seguir la pista, que hace un pequeño rodeo para ir hacia cima, pero es mucho mejor seguir por un senderillo por el cordal que en poco tiempo nos lleva a la cima.

Llegamos a la cima. Una pena que no podamos contemplar las vistas al estar metidos en nubes. El vértice geodésico esta my alto, así que va a ser complicado que nos hagamos la foto los dos en lo alto del vértice geodésico. A pesar de eso hacemos algún intento con el autodisparador, pero nos damos por vencidos. En su lugar nos hacemos foto cada uno por separado y luego una juntos al pie del vértice geodésico.





Las nubes no tiene pinta de que se vayan a ir a corto plazo, aunque a veces se aprecia alguna luminosidad entre ellas como si el sol estuviera luchando en vano por apartar las nubes. Por ello, al cabo de poco tiempo decidimos bajar de nuevo.

"Bueno, aquí no podemos ver nada, ¿bajamos ya?"

Le comento a Victoria que para bajar por un sitio distinto podríamos bajar por la pista... pero los dos estamos de acuerdo: visto que la pista aparenta ser más rollo y lo bonito que nos ha resultado el sendero, preferimos bajar de nuevo por el sendero.

Recorremos a la inversa el trayecto hasta volver a coger el sendero, ahora de bajada. Bajamos por él disfrutando de nuevo de su ambiente frondoso.

El sendero, de bajada

Acabamos llegando al mirador de nuevo, pero ahora las nubes nos dan un respiro y nos pemiten una vista parcial, en distancia. Por lo menos podemos contemplar el monasterio desde aquí arriba, y el Pla de la Mina. Echamos unos minutillos charlando y haciéndonos fotos en el mirador, como si nos diera pena acabar la excursión, ya que en poco tiempo más estaremos abajo.

Ahora por lo menos podemos ver desde el mirador el monasterio y el Pla de la Mina (la explanada de la izquierda)

Finalmente recorremos el tramo de sendero que nos queda y llegamos al Pla de la Mina y directamente nos dirigimos al coche. Como la excursión nos ha llevado poco tiempo y parece que nos ha sabido a poco, hemos decidido coger el coche e irnos a hacer una pequeña ruta senderista que hay a unos 20 kilómetros de aquí, al nacimiento del río Vinalopó. 

Llegando al Pla de la Mina; final del sendero
El panorama de nubes tampoco es que haya mejorado mucho
Foto del monasterio desde la carretera, muy llamativo



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