sábado, 4 de enero de 2014

Carrera de Navidad de Cercedilla 2013. Trail de montaña (13,8 km, D+: 520 m)

Carrera de Navidad de Cercedilla 2013. Trail de montaña (13,8 km, D +: 520 m)

Alguien avisó en el facebook de que se habían abierto las inscripciones de esta carrera. La verdad es que tenía un cierto interés en al menos probar alguna vez una carrera por montaña. Así que cuando la vi con unas cifras de distancia y desnivel bastante contenidas pensé que era una buena ocasión para probar, pues deduje que no exigía mucha preparación simplemente para disfrutarla y terminarla.

Al final nos juntamos cuatro amigos y otro que conocí allí, y disfruté muchísimo.


Empezamos (podéis pinchar en las fotos para verlas más grandes):
 
Datos oficiales de la organización: (más abajo, en el apartado "Track", figuran los datos medidos con GPS y altímetro)
Distancia: 13,8 km;    Desnivel positivo: 523 m;    Desnivel negativo: 523 m
Pendientes máximas: 20,9% / -27,9%;    Pendientes medias: 7,3% / -7,0%
Cota máxima / mínima: 1471 m / 1147 m

Track: 


Fecha: 22 de diciembre de 2013


El previo:

Mi preparación para esta carrera fue mínima. Tan solo corrí un par de domingos 11 km por el campo, con poco más de 100 m de desnivel positivo, y otro día que por primera vez en mi vida me dediqué a hacer series, en concreto de 350 metros; finalmente, cuatro días antes de la carrera me hice una tanda de 15,6 km por el casco urbano de Torrejón, para al menos tener cogida la distancia, ya que me daba un poco de cargo de conciencia lo poco que había entrenado. Poco, pero como no era una carrera muy exigente me fue suficiente.

El día en cuestión nos fuimos Rober y yo en el coche con bastante antelación, pues a ambos nos gusta ir holgados de tiempo y tranquilos. Llegando a Cercedilla el coche marcaba cuatro grados bajo cero, así que surgieron las últimas dudas en cuando a con qué ropa íbamos a correr. Yo tenía claro que simplemente con una camiseta térmica, porque sé que luego me sobra todo, y la única duda estaba entre una u otra de las dos que llevaba, pues una era algo más abrigada que otra; como parecía que iba asomar un buen sol al final opté por la más ligera. También tenía pensado llevar guantes, aunque se que al poco rato me iban a sobrar, pero pensé que dan mucho juego para protegerse del frío.

Aparcamos y, con un frío de narices, vamos a recoger el dorsal, la camiseta y todo lo demás. Nos encontramos por sorpresa a nuestro compañero del club César, que está en la Cruz Roja y le ha tocado venir a cubrir esta carrera ¡Qué casualidad! Nos saludamos y charlamos un minutillo, pero le tenemos que dejar pues él está trabajando.

Estamos un rato pululando por allí y al final nos juntamos con Ángel, el amigo de Rober, nos presenta y nos vamos a una cafetería a tomar café, donde podemos esperar a la salida calentitos.

Tras el café vamos al guardarropa a dejar lo poco que nos habíamos dejado de ropa de abrigo hasta el último momento, y nos acercamos a la salida donde hacemos algo de calentamiento y estiramientos. Mientras tanto, intentamos quedar con los otros dos compañeros que venían, pero hay mucha gente y no nos vemos.

Los últimos momentos estamos entre la marea de gente en la salida, por lo que no pasamos mucho frío entre tanto calor humano. Me doy cuenta que los guantes me van a sobrar hasta en la salida, pues el sol va mejorando algo la temperatura, así que me pillo los guantes en la cintura, pues ya no tengo tiempo de dejarlos en ningún otro sitio.
 

Empieza la carrera

Me he propuesto hacer la carrera a un ritmo muy tranquilo con intención de terminarla y disfrutarla, así que cuando dan la salida la gente, que parece que va a las rebajas y se van a acabar las cosas, me pasa por todos los lados. Yo no me inmuto y sigo a mi ritmo. El primer kilómetro es en general cuesta abajo y con tramos llanos, aunque también hay alguna cuestecilla. Estamos sobre asfalto.

Pongo un vídeo del principio de la carrera en el que indico cuándo se me ve:


Pasado el primer kilómetro se acaba el asfalto y empiezan las cuestas arriba con pendientes acusadas. Aquí ya se acabó la fiesta y la gente deja de adelantarme. Pronto hay gente que empieza a andar, pues las cuestas no son moco de pavo y no dan tregua.

Acercándonos al kilómetro 4 me tomo yo unos metrillos de andar. Hay poca gente que a estas alturas no haya caído ya en la tentación de andar y es que son más de dos kilómetros sin parar de subir con una buena pendiente, y los kilómetros así se hacen muy largos.

No obstante enseguida llega una zona un poco más tranquila en la que se combinan subidas con tramos en horizontal y algunos pequeños descensos. Más adelante dejamos el camino de tierra para meternos por un sendero.

El tramo más tranquilo se va difuminando poco a poco cuando el sendero va tomando cada vez más pendiente. En el km 7 esta pendiente es tan fuerte que obliga prácticamente a todo el mundo a ir andando en estas rampas. Hay un montón de carteles que con humor hacen alusión al esfuerzo que hay que hacer en este tramo.

Carteles que te recuerdan con humor el esfuerzo físico que estás haciendo

Casi en el km 8 está el avituallamiento, consistente en botellines de agua. Me cojo uno, que tengo intención de llevar hasta que se me acabe o hasta casi el final de la carrera. En este punto se encuentra el punto más alto y el recorrido empieza a tener tendencia de bajada,
 
Mi compañero Rober en pleno recorrido
Yo no he tenido tanta suerte con la foto y salgo mezclado con más gente

Como no me he desgastado en las subidas, ahora en las bajadas voy muy suelto y muy a gusto. Algunas pendientes son muy fuertes, y casi campo a través, y hay que tener mucho cuidado de no pegarse un leñazo. A veces se aprovechan tramos de caminos, y otras se va por senderos prácticamente difuminados. Estos últimos suelen tener pendientes descententes muy considerables y la gente se frena y prácticamente te la tragas.

En algunos estrechamientos debido a la vegetación o al cruce de arroyos se forma algo de atasco. La gente es un poco patosa, y aún en el cruce de arroyos, saltando de piedra en piedra, lo entiendo, para no pegarse un resbalón, pero la gente que se pone a andar en los estrechamientos de vegetación y atascan a todo el mundo es para matarla: ¿no pueden pararse a andar 10 metros después, cuando se ha pasado el estrechamiento?

Hay algunos resbalones, pues además hay plaquillas de hielo. En una de esas me pego una derrapada al resbalarme, pero consigo esquivar la caída poniendo una mano en el suelo e impulsándome para restablecer el equilibrio.

Aunque la tendencia es cuesta abajo, en algún momento que otro hay algún repechillo cuesta arriba, pero afortunadamente no son muy largos.

En otro de los descensos si que caigo de culo al suelo, pero sin consecuencias y rápidamente me levanto.

Desde el km 7 no he visto ninguna referencia de kilometraje, así que no tengo ni idea de cuantos kms llevo y cuantos me quedan. Sin embargo, un corredor lleva un móvil con un programa de esos que le van cantando las distancias y oigo que le indica que lleva 11 kms, así que ya me hago a la idea de que queda muy poco.

Esos tres últimos kilómetros son todo cuesta abajo. Entre eso y que voy sobrado de fuerzas al habérmelas reservado, bajo a un ritmo algo superior al de la gente y la voy adelantando.

Hay un momento en el que el sol deslumbra muchísimo y se va por un camino por el que baja un caudal de agua que deja el camino muy bacheado y embarrado. No veo nada por el sol y se baja rápido por ahí, así que tengo que contenerme un poco pero aun así el riesgo de leñazo es alto.

La parte final trae alguna revuelta que otra y pronto entras en el adoquinado del casco urbano. Aquí ya vas con alas en los pies y cruzas la meta a cierta velocidad.

Vídeo de mi llegada a meta:



Finaliza la carrera

He hecho un tiempo bastante decente para lo que me esperaba y encima he disfrutado como un enano: ¿Qué más se puede pedir? Después de probar esto, ¿quién tiene ganas de correr sobre asfalto?  La experiencia por mi parte ha sido muy positiva y de hecho me encuentro algo eufórico al final: me ha encantado.

Nos vamos juntando todos, y vamos también recuperando la ropa del guardarropas. Vemos de nuevo a nuestro compañero César, con el que, aunque sigue de servicio, podemos charlar más tiempo que al principio.

Comemos algo de fruta para reponernos y a continuación nos vamos a tomar unas cañas... ¡que nos las hemos ganado!      

Coloco algunas fotos del recorrido para que se pueda uno hacer una idea del recorrido y la carrera:  
































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