sábado, 23 de septiembre de 2017

Serranía de Cuenca. Barranco del Júcar (o de los Cortados de Villalba)

Serranía de Cuenca. Barranco del Júcar (o de los Cortados de Villalba)
Año 2015. Participantes: Victoria, Fran y yo

Visita a este agradecido barranco, ideal para iniciación al barranquismo ya que en general no presenta, si no quieres, puntos delicados; tampoco tiene rápeles. No por ello deja de ser un barranco acuático bastante divertido y disfrutón, al que no le suele faltar el agua.

Tenía idea de hacer este barranco con Victoria, pues es un barranco ideal para estrenarse en esto del barranquismo y que el que se estrene se lleve muy buen sabor de boca. El hecho de que Fran se ofrezca a acompañarnos nos viene genial ya que no solo puede ser una excelente ayuda para llevar a Victoria, sino que él se conoce perfectamente todos los recovecos de este barranco y le vamos a poder sacar aún más partido que si simplemente te plantas en el río y lo desciendes sin más.


Datos: 
Actividad: Barranquismo;      Zona: Serranía de Cuenca
Características: Barranco acuático en un entorno vistoso y entretenido. Solo un salto es medio obligado (creo que hay alternativa para evitarlo, pero no la conozco y tengo informaciones contradictorias al respecto), todo lo demás es opcional. Recomendable para iniciación. No tiene rápeles, así que no es necesario arnés.

Croquis:
Algunas de las alturas de salto me parecen algo inferiores en la realidad


 Tiempos:
Los tiempos aproximados son los siguientes:
  • Aproximación desde el coche al inicio del barranco: 30 min
  • Descenso del Barranco: Desde 1 hora en adelante, todo lo que te quieras entretener, ya que tiene muchos puntos de diversión (fácilmente otra hora o más).
  • Regreso al coche:15 min

Track: 
No disponible, por el momento 


Fecha:  5 de septiembre de 2015


Tras pasar por Villalva de la Sierra y continuar unos 2 kilómetros en dirección a Uña, aparcamos en el aparcamiento acondicionado para acceder a uno de los puntos turísticos de la zona: El Ventano del Diablo. El Ventano del Diablo es un curioso y privilegiado mirador natural que recomiento visitar a todo aquel que vaya allí y no lo haya visitado todavía.

En el aparcamiento nos preparamos con las cosas necesarias para el barranco. El sendero que hay que cohger sale justo detrás del quitamiedos que hay en el aparcamiento. Hay que seguir el sendero en descenso, cogiendo siempre a la derecha cuando hay algún cruce, más que nada porque sino te plantas en el final del barranco, en lugar de ir al inicio, jajajaja.

El sendero te lleva a un larguísimo túnel. Hay que recorrer el túnel para salir por el otro lado. Si se quiere se puede llevar frontal, pero no es imprescindible; no obstante, si no lo llevas vas a tener que recorrer parte del túnel totalmente a oscuras, por lo que es importante que en ese caso te pongas el casco (aunque lleves frontal también es muy recomendable ponerse el casco).

Una vez en el túnel se anda bien, ya que el terreno no lleva muchas irregularidades, y tocando en los laterales con las manos vas controlando bien por dónde avanzar sin llevarte ningún tropezón serio. La verdad es que se acaba haciendo un poco largo... básicamente porque lo es, jejejeje.

Una vez sales del túnel hay un primer sendero que baja al río y según avances irás encontrando un segundo y un tercero. Para coger el barranco completo desde su inicio hay que ir al tercero, pero si te quieres puedes coger el primero o el segundo y saltarte el principio si no te resulta de interés (el segundo te deja donde "La Lavadora" y el primero justo antes de la cascada). Nosotros vamos a hacerlo todo entero, así que andamos por el sendero principal hasta llegar al tercer senderillo que baja al río.

Llegamos al río y nos equipamos con el neopreno. Nos hacemos algunas fotos y vamos entrando en contacto con el agua. Nos llama la atención que mientras nos preparamos vemos unos cuantos cangrejos de río sumergidos, por la combinación entre la abundancia de éstos y lo transparente de las aguas.
En el inicio del barranco
Una vez estamos listos los tres nos metemos del todo en el agua e iniciamos el barranco.

Nada más empezar hay una roca desde la que te puedes subir y saltar al agua. No serán casi ni 2 metros, pero es un lugar ideal para que los que sean nuevos en esto del barranquismo reciban una lección rápida de salto, practiquen y de paso se sacudan un poco el posible miedo a saltar, aunque de momento sea poca altura. Así hacemos con Victoria, aunque yo también aprovecho para saltar e ir entrando en ambiente.

Seguimos avanzando por las aguas, pasando por algunos pequeños toboganes, hasta que llegamos a "La Lavadora". Se trata de una especie de pequeño tobogán por el que te tiras y la corriente te mantiene un rato sumergido dando vueltas hasta que te saca a superficie. Primero se tira Fran para probarlo y luego voy yo. En teoría hay que dejarse llevar y tener paciencia ya que la corriente que te retiene sumegido es la que luego te va a sacar fuera y es recomendable que no trates de bucear ni luchar contra la corriente. Me tiro y efectivamente te quedas sumergido dando vueltas, pero... leches, ¿esto cuando sube?, me estoy quedando sin aire y aquí sigo sumergido dando vueltas como un pelele... al final, viendo que esto no para, me muevo tímidamente para intentar salir a superficie y salgo... la verdad es que no me ha resultado del todo agradable por la sensación de ahogo. A continuación lo hace Victoria, que le pasa tres cuartos de lo mismo y medio bromeando nos lo echa en cara y nos dice que "no la volvamos a meter en lavadoras de estas", jajajaja.

Por cierto, cuando sales a superficie tras el volteo de La Lavadora debe ser por el lado derecho de la corriente, porque si te vas simplemente un poco a la izquierda hay una corriente que te va a arrastrar con fuerza hacia la izquierda y te va a resultar complicado contrarrestarla para poder continuar por donde sigue el barranco; es uno de los motivos por los que no debes de luchar contra la corriente dentro de La Lavadora.

De la lavadora se sale por una roca tras la que hay una poza.

Continuamos por el agua y llegamos a la cascada. Cruzamos el cauce para salirnos por la izquierda justo antes de la caída de agua de la cascada, por lo que la fuerza de la corriente es bastante notable y hay que tener mucho cuidado para que no te arrastre. Se sale encaramándote a la roca del lado izquierdo.

Una vez en la roca del lado izquierdo de la cascada hay que ir a colocarse en el punto de salto, ya que hay que saltar en ese lado izquierdo de la cascada, son unos 4 metros (5 metros según el croquis). Una vez caigas al agua hay que nadar a la orilla opuesta lo antes posible y dirigiéndote aguas arriba para que la corriente te acabe llevando al punto de la orilla donde debes salir. Si te acaba llevando la corriente no es que pase nada, pero no podrás remontar unos metros de río para ver la cueva, un sitio bastante chulo.

Según algunas reseñas el salto es evitable descendiendo por el lado izquierdo, pero Fran nos dice que esa alternativa es delicada y no recomendable... no sé si es verdad o es que Fran quiere animar a Victoria a saltar haciendo que no piense en evitar el salto, porque muchas reseñas dicen que puedes evitar fácilmente el salto por ahí.

Acordamos que salto yo primero, luego Victoria y por último Fran; de esta forma tenemos a Victoria controlada por uno de nosotros antes y después del salto.

Salto yo y me dirijo hacia la orilla opuesta nadando aguas arriba para contrarrestar la corriente. Allí saco el bidón del macuto y saco la cámara de fotos para poder fotografiar a Victoria saltando. Victoria se prepara y... no se decide a saltar... le da mucho respeto... hace muchos amagos pero no acaba de decidirse a saltar. Fran trata de tranquilizarla y de decirle que se tome su tiempo, que no hay prisa... pero no hay forma... está decidida a saltar, pero le falta siempre el impulso del último momento... A mí acaba poniéndome de los nervios, porque estoy viendo que de tanto estar ahí arriba, que si voy o no voy, se va a acabar escurriendo y cayendo de mala manera, así que a gritos la regaño un poco explicándole el problema... sé que no es lo mejor que podía haber hecho pero me está poniendo muy nervioso el ver que se puede escurrir, ya que la roca escurre mucho, y no he podido evitarlo.

Victoria en el punto de salto, pensándoselo, con Fran detrás
 
Tras 40 minutos de paciente espera, en los que es muy de agradecer que Fran nunca perdió los nervios como yo y siempre estuvo tranquilizándola, Victoria acaba saltando al agua. Sale y nada hacia la orilla, donde yo estoy preparado para ayudarla en su lucha con la corriente, y llega a la orilla sin ningún problema. Por último salta Fran y nos juntamos los tres.

Victoria saltando

Remontamos unos metros el río y nos metemos por un agujero con un tronco, yendo a parar a un rinconcito la mar de llamativo. Allí hay una cascadita que puedes atravesar nadando ya que al otro lado hay una cuevecilla. Nos recreamos un rato en el lugar recorriéndolo y fotografiándolo.

El lugar de la cuevecita
Entrando por la cascada
Detrás de la cascada
Disfrutando del entorno
Fran nadando...
... para posar para una foto
Según salimos de la zona de la cueva Fran se encuentra con un compañero que también hace de guía aquí y de hecho está llevando a unos clientes. Nos dice que metiéndose por un sitio de la zona de la cueva hay un sifón que recorres buceando y según llegas a la salida antes de salir a superficie te pega toda la corriente de agua que cae de la cascada y te lanza disparado a la derecha, saliendo a superficie unos metros más allá... Fran, que no sabía eso, y yo nos miramos... "¡habrá que probarlo!"... así que nos volvemos a meter en la zona de la cueva y localizamos por dónde acceder al sifón. Llevamos unas gafas de bucear de esas de natación, así que nos las ponemos para poder ver durante el buceo del sifón. Primero lo hace Fran y luego lo hago yo... efectivamente me meto y buceo hacia adelante, donde enseguida veo las burbujas de agua de la cascada y según salgo de entre las rocas mientras buceo la corriente me dispara hacia la derecha, saliendo a superficie enfrente de la cascada unos metros más allá.

Recogemos ya todo de nuevo en la saca y continuamos río abajo.

Avanzando por el agua

Pasamos un pequeño tobogán y llegamos a una amplísima poza, que más que poza es un buen ensanche del río. Es un lugar ideal para disfrutar y nadar a tus anchas, pero la cuestión es que a ambos lados hay grandes rocas donde encaramarte y poder saltar. Son saltos ya más altos, del orden de 6 metros o puede que algo más (el croquis marca 7 y 8 metros a izquierda y derecha respectivamente, pero yo creo que no llegan a eso). Victoria y yo nos vamos primero al lado izquierdo a saltar; yo salto desde arriba y Victoria busca un punto de salto un poco más abajo... parece que el salto de la cascada al final le ha hecho romper un poco el miedo... pero según se prepara para saltar se le escurren los pies, pega un culetazo en la roca y cae al agua... salidos disparados Fran y yo pero afortunadamente no ha pasado nada. Lo que ha pasado me viene a huevo para insistir que lo que me ponía nervioso esperando a que Victoria saltara en la cascada es que pasara precisamente esto.

Nos vamos ahora al lado derecho, donde Victoria ya no va a saltar, supongo que por una parte el culetazo le ha quitado las ganas momentáneamente.

Saltamos varias veces Fran y yo, y también su compañero que también ha llegado aquí. En una de esas justo al darme el impulso de saltar se me escurre el pie y caigo desequilibrado; como el salto es bastante alto me da tiempo a intentar equilibrarme en lo posible y al final no es que caiga bien pero no caigo mal del todo. Fran, que estaba hablando con su compañero justo al lado mío en el momento de saltar ha oído el ruido del resbalar de la zapatilla en la roca y le pregunta a su compañero si ha oído lo mismo. Cuando salgo del agua le corroboro que lo que ha oído ha sido mi zapatilla resbalando en la roca en el momento del impulso.

Encaramados al lado derecho desde donde se salta
Fran saltando desde el lado derecho

Para subir a este lado derecho hay que ir por una zona de vegetación, donde ahora aprovecahos un recoveco para picotear algo y beber agua.

En la zona de vegetación donde picotearemos

Continuamos. Vamos a salir de esta gran poza cuando Fran nos dice que nos pongamos de espaldas y metamos la cabeza entre las piernas del siguiente cogiéndole los pies y haciendo una especie de cadena-trenecito. És se coloca el primero y nos conduce a un pequeño tobogán con mucha agua que descendemos así, de espaldas y haciendo el trenecito, lo que resulta divertido; al parecer es lo que hacen los guías con sus clientes para dar un toque divertido a un tobogán que si no pasaría más inadvertido.

Una foto sacada de internet donde se ve a gente haciendo el trenecito en el tobogán

A continuación llegamos a una zona donde Fran nos dice que nos pequeños a las paredes de roca de la izquierda. Allí la corriente es más fuerte y nos arrastra más deprisa.

Finalmente llegamos a unos bonitos estrechamientos, angostos y con paredes muy altas. Vamos nadando por ellos y observándolos cuando se acaban donde finaliza el recorrido del barranco... pero todavía queda algo más, ya que en esta zona hay varios saltos. Unas clavijas ayudan a salir del cauce y subir por el lado derecho. Allí hay un salto de unos 4 o 5 metros y un poco más arriba uno de 8 metros. Victoria ya no quiere saltar más, así que Fran y yo nos vamos al salto de 8 metros, muy bonito, cayendo en los estrechos. Salto yo y a continuación Fran.
 
Encaramados para el salto de 8 metros. Le doy indicaciones a Victoria para que me haga la foto en pleno salto
Yo en plena caída
Y Fran va después, aunque ha salido borroso
Volviendo a donde está Victoria, tras el salto

En el otro margen del barranco y un poco más atrás hay un salto de 11 metros, bastante impresionante pues cae en plenos estrechos que desde allí arriba se ven más estrechos todavía. Fran no tiene intención de saltarlo y yo tampoco, pero llega el compañero de Fran y hablando y hablando acaban animándose el uno al otro. Yo no me animo. Dicho y hecho, Fran y su compañero se suben por la otra margen del barranco y al cabo del rato vuelven a aparecer en el punto del salto. Unos momentos de asomarse y mirar y acaban saltando uno y otro. Creo recordar oir a alguno de los dos incluso de llegar a tocar fondo en la caída.

Fran haciendo el salto de 11 metros
Decidimos ya retirarnos, no sin antes hacer yo un último salto de despedida en el fácil salto abierto de unos 5 metros que hay practicamente al final del todo y que había sido menospreciado por nuestra parte en beneficio del de 8 metros.

Salto de despedida

Desde allí mismo, por la margen izquierda sube el sendero que no tarda mucho en conectar con el sendero que usamos para la aproximación al inicio. Ahora simplemente lo recorremos en sentido contrario volviendo a subir al aparcamiento del Ventano del Diablo.

Subiendo al aparcamiento. Eso de allí arriba es el Ventano del Diablo, un privilegiado mirador en una curiosa oquedad
Haciendo zoom podemos ver que hay gente en él
Vistas del barranco, desde el aparcamiento
Una vez cambiados y listos nos dirigimos al pueblo de Villalva de la Sierra a buscar un sitio donde invitar a comer a Fran para agradecerle todo.
 

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