miércoles, 25 de enero de 2017

Macizo Central de Picos de Europa 2012 (II): Collado Jermoso-Casiano de Prado-Llambrión-Torrecerredo-Vega Urriello

Macizo Central de Picos de Europa 2012 (II): Collado Jermoso - Casiano de Prado - Llambrión - Torrecerredo - Vega Urriello
Año 2012. Participantes: Gaby, Justi y yo

Segunda de las tres intensas y excelentes jornadas por el macizo central de los Picos de Europa, en la que en nuestro recorrido coronamos varias de las más emblemáticas cimas de este macizo.

Este artículo es la continuación del "Macizo Central de Picos de Europa 2012 (I): Fuente De-Torre de la Palanca-Collado Jermoso". Aunque no es totalmente necesario, recomiendo la lectura del anterior para conocer nuestra planificación y seguir mejor el hilo de nuestra aventura.


Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Picos de Europa
Cimas: Casiano de Prado (2638 m), Llambrión (2642 m) y Torrecerredo (2648 m)
Dificultades: Trepadas para coronar la tres cimas con tramos aéreos y expuestos; es recomendable tener una mínima experiencia en este tipo de terrenos, tanto para superar esos pasos como para seguir la ruta correcta en este tipo de terrenos. El recorrido completo tiene una cierta exigencia física.
Longitud total: 14,8 km;     Desnivel acumulado positivo:  1960 m;     Desnivel acumulado negativo: 2120 m

Tiempos:
Nuestros tiempos sin prisas, a ritmos bastante tranquilos y frecuentes paradas (para hacer fotos, observar el paisaje, explorar sitios, picotear, beber, etc), incluyendo también los tiempos de estancia en las cimas, fueron aproximadamente los siguientes:
  • Refugio de Collado Jermoso-Torre de Casiano de Prado: unas 2 horas
  • Torre de Casiano de Prado-Llambrión: 20min
  • Llambrión-Horcada de Caín: 3h20min (incluye parada grande)
  • Horcada de Caín-Torrecerredo: 1h50min
  • Torrecerredo-Refugio de Vega Urriello: 2h30min
Track: 
Compuesto a base de tracks ajenos obtenidos de internet (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 192


Fecha:  13 de octubre de 2012


Dentro de lo que cabe, y a pesar de la movida de los ronquidos de esta noche, no hemos dormido del todo mal. Como además tampoco hemos madrugado mucho hemos podido descansar al menos lo imprescindible para poder empezar la jornada de hoy, que va a ser algo exigente físicamente si la completamos como la tenemos previsto.

A ninguno se nos nota que tengamos mucha prisa... es como si esperáramos a que nos lleguen los rayos del sol y nos reconfortaran en esta fresca mañana.

Una vez hemos desayunado y recogido todo nos preparamos para salir, pero antes alguien de nosotros tres (no recuerdo quién) propone que desde este refugio llamen al de Vega Urriello para que nos hagan reserva para cenar y dormir esta próxima noche y no nos pase lo de ayer. Lo comentamos en el refugio y muy amablemente nos hacen la gestión, lo cual se lo agradecemos enormemente.

Salimos del refugio y nos dirigimos al desvío de ayer para subir a la Torre de la Palanca. La subida de hoy es común a la de ayer hacia la Torre de la Palanca hasta superar el resalte rocoso. Una vez superado el resalte rocoso debemos dirigirnos hacia la derecha, en lugar de hacia la pedrera que hay a la izquierda y que subimos ayer para ir a la Torre de la Palanca.

Empezando a dejar abajo el refugio
Gaby, con las canales del Friero de fondo

Estamos todo el rato metidos en sombra, ya que la orientación de este sitio hace que no nos dé el sol, a pesar de que ya está dando en los picos de alrededor.
 
Nosotros estamos todo el rato en sombra, pero al Friero ya le está dando el sol

Como digo, tras el resalte rocoso nos dirigimos hacia la derecha, avanzando en suave subida hacia el Jou del Llambrión propiamente dicho. A lo lejos vemos algún grupo que va por delante nuestra.
 
En suave subida para adentrarse en el Jou del Llambrión. En el fondo vemos un grupo de montañeros
En el mismo instante esta es la vista que tengo yo mirando hacia atrás

En el Llou del Llambrión hay unos tremendos agujeros kársticos a modo de simas; lo primero que se me viene a la cabeza es que este lugar debe ser bastante peligroso cuando haya una capa de nieve suficientemente espesa para tapar estas simas pero suficientemente frágil como para no aguantar tu peso.

Ahora toca decidirnos por las dos alternativas que hay para ir hacia el Llambrión: la que tengo prevista, por una ruta de trepadas y un famosillo paso aéreo y la habitual de subir por Tiro Callejo; mi idea lógicamente es subir por la que tengo prevista, que además facilita el poder hacer también la cima de la Torre de Casiano de Prado, pero ofrezco a mis compañeros la otra alternativa por si ven que pueden tener algún problema con las trepadas y el famoso paso aéreo. Mis compañeros apoyan mi propuesta, así que descartamos el Tiro Callejo y me dirijo hacia donde intuyo que debe empezar el otro itinerario.

Efectivamente enseguida localizo una marca amarilla, señal de que por ahí va este itinerario que va indicado con manchas amarillas. Vamos subiendo por este recorrido siguiendo las manchas amarillas, plagado de trepadas. Aunque muchas veces las machas amarillas están algo espaciadas una de otra, lo cierto es que no es demasiado difícil intuir el itinerario lógico hasta encontrar la siguiente. Mis compañeros van disfrutando de lo lindo con las trepadas, algunas con bastante ambiente; Gaby incluso repite varias veces durante el recorrido que le está encantando.
 
Una breve parada de hidratación. Abajo vemos los enormes agujeros a modo de simas en el Jou del Llambrión
Vistas que tenemos de la Torre de la Palanca desde ese punto
Al fondo Peña Santa parece querer asosmarse tras la aguja Diego de Mella
Un tramo empinado pero tranquilo entre trepada y trepada. A la derecha se puede ver una de las marcas amarillas
¡Vamos para arriba!
Vista de la Torre de la Palanca bastante arriba
Si hacemos zoom vemos a gente llegando a la cumbre de la Torre de la Palanca

Ya bastante arriba llega un momento que el recorrido más lógico me lleva a un punto que parece que no tiene salida. Sospecho que se trata del paso famoso, pero como hace recodo es imposible verlo. Me aventuro a meterme en él. Hay un buen patio y la roca que desploma escupe el cuerpo hacia afuera. Afortunadamente hay buenos pies, pero para las manos los agarres son muy escasos y además no se ven por la mezcla entre recodo y desplome (que te obliga a pegar el cuerpo a la roca) con lo que hay que buscarlos al tacto. Enseguida veo que al otro lado del paso tiene pinta que de ser la continuación del recorrido, así que culmino el paso y aviso a voces a mis compañeros para que pasen también.

Gaby no se lo piensa mucho y enseguida aparece saliendo del paso a donde estoy yo. A Justi le da respeto el paso… no hay problema, ya que llevo un cordino de 30 metros en precisión de que pudiera pasar algo así. Monto un anclaje en un puente roca que localizo y se lo dejo preparado a Gaby para que asegure desde allí, mientras yo vuelvo a cruzar el paso en sentido contrario para llevar el cabo de la cuerda a donde está Justi.

Bonita estampa de Gaby saliendo del paso, con Peña Santa de fondo y el refugio a nuestros pies
Vuelvo con un cabo del cordino a buscar a Justi

Ato a Justi con el cordino haciéndole un arnés de fortuna, ya que no llevamos arnés, y aviso a Gaby de que Justi va a cruzar para que vaya asegurándole. De esta forma cruza Justi y sale por el otro lado. Mientras quitan el anclaje y empiezan a recoger las cosas, yo vuelvo a cruzar el paso para juntarme de nuevo con mis compañeros. La verdad es que la forma de asegurar a Justi tiene sus pegas (riesgo de pendulazo e ir asegurado con un cordino que no es dinámico) y no es la más correcta, ya que lo ideal es haber montado un pasamanos y que Justi cruzara asegurado a él, pero he optado por esta solución ya no solo por agilidad sino porque el escaso material que llevo (pensado para una solución como la que he improvisado) no creo que me bastara para hacer el montaje correcto.

Justi, tras haber superado el paso
Y yo vuelvo a pasar para juntarme de nuevo con mis compañeros. El paso es imposible de fotografiar al formar recodo y no verse desde ninguno de los extremos, así que lo que se ve en las fotos es la salida del paso.

El paso creo que está bautizado con el nombre de “El Patio”, supuestamente en alusión a que se trata de un paso aéreo. Hay que tener en cuenta que lo que se ve en las fotos no es el paso sino la salida del mismo, ya que el paso en sí es imposible de fotografiar debido a que se trata de un recodo que es imposible verlo tanto desde un extremo del mismo como desde el otro. 


Una vez superado el paso ya queda poco para alcanzar la arista. Efectivamente poco después acabamos alcanzando la arista que une el Llambrión con la Torre Casiano de Prado, aproximadamente en su punto medio. ¡Por fin nos calientan los rayos de sol, después de tanto tiempo de sombra!

Un zoom de Peña Santa, siempre grandiosa

Tiramos hacia la derecha y recorremos la arista hasta llegar a la Torre Casiano de Prado. Todos comentamos que no hemos sido conscientes del desnivel y el esfuerzo para llegar aquí, ya que hemos subido tan entretenidos con las trepadas que casi ni nos hemos enterado. Nos hacemos la correspondiente foto cimera y disfrutamos de las magníficas vistas que tenemos. Entre ellas, tenemos enfrente el Llambrión coronando las paredes que nos muestra su vertiente sur.

Cima de la Torre Casiano de Prado
Enfrente tenemos el Llambrión, con sus altas y verticales paredes sur
El Tiro Tirso, y más atrás Torreblanca

No nos entretenemos mucho y no tardamos en partir hacia el Llambrión. Para ello recorremos el tramo de arista que hemos hecho pero en sentido inverso, y continuamos por ella en dirección al Llambrión. Tenemos a nuestra derecha las verticales paredes de la aritsta que le da su ambientillo. En alguna zona hay que mirar bien cuál es el punto de paso. 
Llegando al Llambrión llega un momento que no se ve tan evidente por dónde seguir. Tiro por una placa más o menos fácil, ya que intuyo que es por donde hay que ir, trepando por  ella con tendencia a la izquierda y pronto voy viendo por dónde debo ir para alcanzar la cima del Llambrión, hasta que llego a ella.

En la cima del Llambrión parece que somos los primeros de hoy, ya que todavía no hay nadie. Parece que por nuestro camino alternativo nos ha cundido bastante más que los que han ido por Tiro Callejo, incluso a pesar de haber visitado previamente la Torre de Casiano de Prado. Nos hacemos la correspondiente foto cimera, disfrutamos de la vista y buscamos dónde sentarnos para picotear un poco, ya que ya es momento de reponer energías. Este lugar es al borde de las paredes sur, un sitio algo atrevido; Gaby incluso se sienta con las piernas colgando por estas altas y verticales paredes.

Cima del Llambrión
La Torre Casiano de Prado, donde hemos estado hace unos minutos. vista desde el Llambrión
Al fondo, la inconfundible silueta del Naranjo de Bulnes
Un zoom del Naranjo
Al fondo Cabrones-Torrecerredo
Un zoom de la arista Cabrones-Torrecerredo
La Torre de la Palanca
Peña Santa asoma entre las nubes
Un zoom de Peña Santa
La arista Torreblanca-Tiro Tirso vista casi de canto, con el Tiro Tirso en primer plano
Acoplándonos para picotear a lo alto de las paredes sur del Llambrión, con la Torre Casiano de Prado de fondo...
... algunos hasta con los pies colgando en estas altas y verticales paredes
 
Llega el primer grupo, después de nosotros, a la cima del Llambrión. Cruzamos algunas palabras y pronto emprendemos nuestro descenso. El descenso es por la “normal”, siguiendo la arista hacia el norte. En este tramo de arista hay que superar dos brechas a base de sendos destrepes que no son muy complicados pero hay que hacerlos con cuidado. Justi sugiere sacar la cuerda, pero le convenzo para destrepar sin ella, con un poco de cuidado. En una de las brechas nos cruzamos con el grupo del guía, que están subiendo y están superando la brecha trepando asegurados por una cuerda que ha preparado el guía.

Un primer grupo va llegando al Llambrión

Seguimos bajando y llegamos al collado donde ya hay que abandonar la arista. Si continuamos un poco más coronaríamos uno de los 2600 de Picos de Europa que me faltan… me entran tentaciones de dedicarle los escasos minutos que calculo que me llevaría mientras mis compañeros me esperan si lo prefieren, pero enseguida reacciono y me olvido, ya que la cima no presenta mayor interés que el coleccionismo de cimas y yo tampoco me defino como un coleccionista de cimas; además la jornada de hoy es intensa y no sé qué tal iremos al final de horario, aunque de momento no vamos muy mal en este sentido.

Empezamos a descender por la vertiente este y enseguida me encuentro con unos montañeros que me preguntan para ir a Cabaña Verónica. Les digo que me sigan, ya que lo primero es que tienen que ir al collado que  hay cerca del Pico Tesorero y nosotros tenemos que pasar por ahí, y ya desde allí les indico.

Descendemos y acabamos llegando al collado en cuestión. Allí les indico a los montañeros por dónde deben ir y les prevengo de algún punto en el que es fácil despistarse. Nosotros tiramos un poco a la izquierda y enseguida a la derecha, en dirección norte.

Enseguida alcanzamos un resalte de roca que hay que descender. Nos cuesta un poco encontrar la forma de destreparlo, pero acabamos dando con el recorrido adecuado para ello.

Una vez destrepado el resalte tomamos el sendero que desciende con pendiente más o menos suave hacia el Hoyo Grande Cimero. Es una bajada suave que aunque es algo larga te cunde mucho porque se baja rápido al no ser muy incómoda y bajar suavemente. 

Bajando en dirección hacia el Hoyo Grande Cimero
Mirando atrás vemos el resalte de roca que nos ha costado encontrar cómo destreparlo

Un poco más adelante tenemos a nuestra vista la Horcada de Caín y toda la subida que nos va a tocar sufrir. Continuamos y acabamos llegando al Hoyo Grande Cimero.

Vemos arriba a la derecha la Horcada de Caín, abajo a la izquierda el Hoyo Grande Cimero, y la larga y sufrida subida entre uno y otro
Acercándonos ya al Hoyo Grande Cimero

Antes de emprender la subida a la Horcada de Caín decidimos hacer una parada larga para descansar, alimentarnos y en definitiva reponer fuerzas, No sé si es muy buena idea pensando en que nos vamos a quedar fríos y con la tripa llena de cara al subidón que nos va a tocar a continuación, pero lo cierto es que nos iba haciendo falta ya una parada algo consistente.

Una ver restablecidos iniciamos la subida hacia la Horcada de Caín. Gaby comenta que él es como un camión, que sube despacio pero sube, así que no nos preocupemos por él. El primer tramo es el más empinado y cuesta un poco ponerse en marcha y empezar a subirlo tras la parada. El minigrupo de tres que somos se acaba dispersando por efecto del esfuerzo.

Tras este primer tramo hay un tramo algo más tranquilo en cuanto a esfuerzo. Aprovecho para parar en él y así reagruparnos. El horizonte engaña y parece que ya estamos casi arriba de la Horcada de Caín, pero lo cierto es que sabemos que realmente queda todavía mucho, concretamente más de la mitad.

Intentando reagruparnos al llegar al tramo intermedio
La perspectiva y el horizonte engañan, pareciendo que la Horcada de Caín está enseguida, cuando todavía queda más de la mitad de la subida
Mirando atrás vemos las llamativas paredes norte de la Torre de la Palanca
Y a la izquierda de la imagen anterior tenemos el resalte que nos ha costado encontrar como destreparlo y la parte alta del vallecillo que nos ha llevado al Hoyo Grande Cimero
 
El segundo tramo de subida es algo menos empinado que el primero, pero aunque al principio intentamos esperarnos, acaba rompiéndose el grupo y volvemos de nuevo a dispersarnos.
 
Volvemos a dispersarnos en el segundo tramo de subida

Finalmente llego a la Horcada de Caín. Desde aquí, entre otras cosas, tengo unas magníficas vistas del Naranjo de Bulnes. También está el vivac que habían previsto usar en los planes originarios, pero ciertamente aquí estaríamos totalmente desprovistos de agua… aunque pasar una noche aquí tiene que ser una pasada en una noche estrellada.

Bonita estampa del Naranjo de Bulnes visto desde la Horcada de Caín. En primer plano el vivac de la horcada
Un zoom del Naranjo de Bulnes
Justi aparece por el vértice de esta "V",  llegando a la horcada
y Gaby también ve el final a esta sufrida subida
Gaby y Justi en la Horcada de Caín. Tras ellos el vivac que hay aquí


Mis compañeros van poco a poco llegando y nos acabamos juntando en la Horcada de Caín. Estamos unos minutillos allí para que mis compañeros también disfruten de las vistas y reemprendemos la marcha, ahora con destino a la Horcada de Don Carlos.

El tramo entre ambas horcadas es en subida pero no demasiado empinada y además tampoco es muy largo, así que no tardamos mucho en plantarnos en la Horcada de Don Carlos. Según vamos llegando a ella ya tenemos a la vista Torrecerredo.

Llegando a la Horcada de Don Carlos ya tenemos a vista Torrecerredo

Ya estamos en la Horcada de Don Carlos y abajo tenemos el Jou de Cerredo. Mi idea es bordear el Jou de Cerredo sin perder altura, hacia el collado entre Torre Bermeja (la del macizo central, obviamente) y Torrecerredo, y luego enlazar con la ruta normal a Torrecerredo. De esta forma espero ahorrar tiempo y desnivel, y consecuentemente esfuerzo… aunque luego vería que realmente no es así, como se verá.

Salimos, por tanto, por la izquierda y enseguida nos encontramos unas trepadas que se vuelven algo delicadas por la presencia de hielo, así que nos obligan a ir despacio y con cuidado. Continuamos y para ir avanzando tenemos que ir bajando y subiendo cada dos por tres, así que ya enseguida pienso si no nos habría tenido más cuenta bajar al Jou de Cerredo y subir a Torrecerredo por la normal, ya que como lo estamos haciendo ahora al final vamos a hacer más desnivel y a tardar más.

Finalmente llegamos al collado de la Bermeja, pero todavía nos queda otro obstáculo, ya que nos cuesta un poco dar con el paso correcto para pasar del collado de la Bermeja a enlazar con la normal a Torrecerredo; afortunadamente la intuición hace que no tarde mucho en descubrir la forma de pasar al otro lado. 

De camino al collado de la Bermeja, que ya parece más o menos enfocado, pero... luego habrá que resolver el tramo entre el collado de la Bermeja y la normal a Torrecerredo

Una vez ya hemos enlazado con la normal a Torrecerredo, ya cerca de las trepadas, Justi comenta que no tiene interés en hacer cumbre en Torrecerredo y prefiere descansar y reservar fuerzas para lo que queda hasta Vega Urriello. Yo sí que tengo interés y Gaby se ofrece a acompañarme; por tanto Gaby y yo vamos a subir a Torrecerredo mientras Justi nos espera aquí descansando.

Enseguida llegamos a las trepadas que dan acceso a la cima, que estaban muy cerca. Para el que no las conozca, son trepadas no demasiado complicadas pero aéreas y muy expuestas, así que hay que hacerlas con cuidado y no ir a lo loco. Hacemos esas trepadas y nos plantamos en la cima de Torrecerredo.

Desde la cima de Torrecerredo, el techo de Picos de Europa con 2648 metros de altitud, tenemos unas vistas magníficas. La verdad es que al final nos ha respetado la lluvia y  hemos tenido mucha suerte con el día, soleado y suficientemente despejado, y podemos disfrutar de unas excelentes vistas, tanto en este pico como en los otros en los que hemos estado. Hacemos las correspondientes fotos y dedicamos unos minutillos a disfrutar de la cima, aunque tampoco muchos, ya que sabemos que Justi nos está esperando abajo.

Cima de Torrecerredo, el techo de Picos de Europa con sus 2648 metros de altitud
Al fondo la omnipresente Peña Santa
Las paredes norte de la Torre de la Palanca
Bonita vista de la arista Cabrones-Torrecerredo
Gaby disfrutando de la cima de Torrecerredo

Emprendemos el descenso. Ahora hay que destrepar las trepadas de antes, que quizás son algo más delicadas destrepando que trepando. Pronto completamos todos los destrepes y enseguida nos juntamos de nuevo con Justi.

Vista hacia arriba de las paredes que hay que trepar y destrepar cuando accedes a la cima de Torrecerredo
Finalizando los destrepes, tenemos a Justi esperándonos abajo

Emprendemos el descenso, camino de Vega Urriello. Mientras bajamos podemos ver a nuestra derecha la Horcada de Don Carlos e intuir el recorrido que hemos hecho hacia el collado de la Bermeja.

El Jou de Cerredo. Arriba a la izquierda la Horcada de Don Carlos y arriba a la derecha el collado de la Bermeja. Podemos intuir más o menos el recorrido que hemos hecho para ir de uno a otro
Dejamos atrás Torrecerredo

En el bordeo de la Torre de la Párdida me despisto del camino, marcado con hitos de vez en cuando ya que es sobre roca, y destrepo por donde no debo. Enseguida me doy cuenta y pienso que cuando le diga a mis compañeros que hay que volver a subir me van a matar, ya que las energías empiezan a agotarse… afortunadamente no se lo toman muy mal. No obstante, observo que estando ya aquí puede resultar más interesante ir a enlazar con el sendero que viene del Jou de los Cabrones que volver a subir donde estábamos. Así hago y acabamos alcanzando este sendero que enseguida confluye con el otro por el que íbamos, para dirigirse hacia Vega Urriello.

Continuamos y acabamos alcanzando Horcada Arenera. Animo a mis compañeros diciéndoles que a partir de ahí ya es todo bajada hasta Vega Urriello.

Dejamos atrás Horcada Arenera

Desde Horcada Arenera hay una larga bajada suave que siempre disfruto mucho ya que me resulta muy agradable. Esta bajada finaliza en la Corona del Raso, punto en el que hay un resalte de roca bastante vertical que se destrepa por una brecha-canal. Desde lo alto de la Corona del Raso siempre se disfruta de unas inmejorables vistas del Naranjo de Bulnes, así que dedicamos unos minutillos a contemplarlo y fotografiarlo.

Magnífica siempre la vista del Naranjo de Bulnes desde lo alto de la Corona del Raso. A sus pies se distingue el refugio
Vemos abajo por donde continúa el sendero tras destrepar la Corona del Raso
Destrepando la Corona del Raso por la brecha-canal

Bajamos por la brecha destrepando. Alguno de mis compañeros no conocía este paraje y le resulta curioso.

Una vez destrepada la brecha continuamos nuestro descenso hacia Vega Urriello, cuyo refugio hemos podido también contemplar desde lo alto de la Corona del Raso. No obstante, enseguida miro el reloj, y viendo la hora que es veo que no vamos a llegar a la cena, así que les propongo a mis compañeros que me adelante yo, ya que no tienen pérdida, y vaya gestionando la reserva del refugio y cogiendo la cena.

Me planto en el refugio y cojo la reserva anunciando que ya hemos llegado, aunque a mis compañeros no les pueden inscribir hasta que lleguen, pero por lo menos gestiono también lo de la cena. Justi llega al poco, cuando ya nos van a sentar para cenar, y Gaby llega a mesa puesta, cuando ya están empezando a servir el primer plato, así que ha venido bien que yo me adelantara.

Tras la cena terminamos de formalizar la inscripción de mis compañeros y dedicamos el tiempo a organizar un poco las mochilas y las cosas y relajarnos. Gaby comenta que salvo otro día bastante duro hace tiempo en los Alpes, éste ha sido el día más intenso de montaña que recuerda.

Llega la hora de acostarse. Esta noche descansaremos mucho mejor que anoche, con más espacio entre nosotros y con ronquidos, eso es inevitable en un refugio, pero más moderados que los de la noche anterior.


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