martes, 11 de octubre de 2016

Anayet y Vértice de Anayet, por Canal Roya

Anayet y Vértice de Anayet, por Canal Roya
Año 2008. Participantes: Vero, José, JuanPa, Pedro y yo.

El Anayet es uno de los picos del Pirineo que sin llegar a superar los 3000 metros de altitud resulta realmente llamativo por su particular morfología y presenta una bonita, interesante y entretenida ascensión. Encima, las vistas desde su cima son magníficas. Admite varias posibilidades de subida, eligiendo para esta actividad de fin de semana la subida por la Canal Roya, algo más larga que otras pero también más interesante. Completamos con la subida a su también particular vecino, el Vértice de Anayet. El descenso lo hacemos por la Canal de Izas, completando así un interesante recorrido circular.

Inicialmente planteada como actividad de fin de semana del Club Nemus, pero que debido a algunos problemillas de organización que impiden realizarla como actividad oficial del Club, decidimos juntarnos cinco para hacerla a título particular.

La subida más habitual, menos cansada y con menos desnivel, es desde la estación de Formigal, por el barranco de Culivillas. Pero creo que es más interesante la subida por la Canal Roya, a pesar de que sea algo más de desnivel y algo más fatigosa. Además nos permite completar un recorrido circular volviendo al coche por la Canal de Izas, habiendo también otras posibilidades de vuelta más cortas, como el barranco de Las Negras (que también se puede usar de ida en vez de para la vuelta). La vuelta por la Canal de Izas la verdad es que es un poco larga (quizás somos un poco masoquistas), pero resulta bien bonita e interesante.

La actividad esta prevista realizarla en un fin de semana:
  • Viernes: Viaje en coche hasta Canfranc-Estación, durmiendo allí.
  • Sábado: Subida por la Canal Roya hasta la planicie de los Ibones de Anayet, montaje de tiendas de campaña, subida a Anayet y Vértice Anayet y vuelta a la planicie para dormir en las tiendas. 
  • Domingo: Travesía y descenso hasta la Canal de Izas y retorno al coche por dicha canal. Vuelta en coche a Madrid.

Viaje y Pernocta en Canfranc Estación (3 de octubre de 2008)

Entre unas cosas y otras llegamos bastante tarde a Canfranc Estación; habíamos salido en torno a las 21 horas de Torrejón de Ardoz, así que aterrizamos en Canfranc Estación hacia la 1 de la madrugada.

No hay un alma circulando por las calles, lógico teniendo en cuenta las horas que son. Buscamos dónde podemos dormir y vemos los magníficos soportales de la Oficina de Turismo... hombre, un sitio con tablones de anuncio y cosas así no parece un sitio discreto para dormir, pero el viento y la humedad arrecian y un sitio tan "acogedor" como éste no vamos a encontrar... no se hable más. Ahí que nos instalamos.

Es muy tarde así que no nos entretenemos mucho en cenar algo y enseguida estamos metiéndonos en los sacos. José y Vero prefieren estas más al aire libre que en este "escaparate", así que, a pesar de que no hace una noche del todo agradable se van a un parque que hay colindante.

Estamos empezando a coger sueño cuando José y Vero cambian de opinión y se vuelven al soportal: el fuerte viento y, sobre todo, la gran humedad en el ambiente que prácticamente forma gotas, les han hecho desistir de su primera idea.

El fuerte viento hace chocar estruendosamente unas planchas de metal que deben de andar sueltas en la estación de ferrocarril de Canfranc, que la tenemos algo alejada, pero enfrente. A pesar de la distancia el sonido de las chapas es atronador y no para ni va a parar de sonar durante toda la noche... más vale que intentemos pegar ojo a pesar de ello, para estar mañana en las mejores condiciones posibles.


Anayet y Vértice de Anayet por Canal Roya (4 de octubre de 2008)

Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Anayet (2574m ) y Vértice de Anayet (2554 m)
Dificultad/Características: Recorrido muy bonito e interesante. Solo destacable, en cuanto a dificultades, la parte final del Anayet, aérea y con un tramo con cadenas, pero sin que suponga mucha dificultad técnica. La subida al Vértice del Anayet también es fácil en general aunque puede requerir el empleo de las manos en algún momento.
Longitud total: 13,3 km;     Desnivel acumulado positivo:  1450 m;     Desnivel acumulado negativo: 550 m

Tiempos:
Hicimos la actividad a veces a un ritmo muy tranquilo y otros a un ritmo más normal, así que seguramente algunos de nuestros tiempos pueden ser fácilmente mejorados. Pongo nuestros tiempos a modo orientativo:
  • Coche-Ibones de Anayet: unas 3h30min (algunas reseñas hablan de 4 horas)
  • Montaje de tiendas, comida y descanso: 1h45min
  • Ibones de Anayet-Cima de Anayet: 1h30min
  • Estancia en cima: 30min
  • Cima de Anayet-Cima de Vértice de Anayet: 1h15min
  • Cima de Vértice de Anayet-Ibones de Anayet: 45min
Los tiempos son aproximados e incluyen paradas, verificaciones de recorrido y tiempos de recreo con fotos y vistas paisajísticas.  

Track: 
Generado sobre mapa (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 118


Fecha:  4 de octubre de 2008

Nos despertamos de nuestro vivac en los soportales de la oficina de turismo. Creo recordar que no nos pusimos despertador, pero la luz del día y la intranquilidad de que pudiera venir alguien a la oficina de turismo y nos pillara aquí roncando hacen que no sea tarde cuando abrimos los ojos.

En el soportal de la Oficina de Turismo

Nos empezamos a desperezar cuando aparece un personaje que nos empieza a echar la bronca por dormir ahí y empezamos a justificarnos y discutir con él... pero enseguida nos damos cuenta de que no anda muy bien de la cabeza. Tras unos primeros momentos que nos generan un poco de tensión, pasa a decirnos que estaba bromeando con nosotros con lo de dormir y empieza a contarnos chistes malos. Intentamos seguir con nuestra actividad, recogiendo y preparando todo, pero no para de seguirnos pegado a nosotros y sin parar de contar chistes malos. Cada vez le ignoramos más y vamos a nuestra bola haciendo las cosas que tengamos que hacer, pero él sigue erre que erre.

No sé cómo, pero, tras un buen rato de hacernos un "estrecho marcaje" finalmente logramos librarnos de él; quizás fue entrando a una cafetería a desayunar, pero no lo recuerdo bien. A todo esto, JuanPa se da cuenta de que se ha olvidado traer pilas para su frontal, y tiene una ocurrencia que nos hace reír a todos.

Vemos que ha nevado por el monte... y hablando con los demás me doy cuenta que he sido el único que he tenido la precaución de traer los crampones... esperemos que realmente no haya que usarlos.

Cuando ya hemos desayunado y recogido todo cogemos el coche. Hay que subir dos o tres kilómetros por la carretera hasta una curva donde a la derecha hay un amplio párking adosado a la carretera, donde se pueden dejar los coches para coger el sendero GR-11 que pasa por ahí. Aparcamos y cogemos nuestras mochilas, pero antes de echar a andar nos hacemos una foto de grupo.

Lugar donde se deja el coche

Son más de las 10 de la mañana cuando empezamos a andar. Quizás bastante tarde, pero no esperamos tener demasiados problemas de horario. El GR-11, que es por donde tenemos que hacer buena parte de la ruta, lo cogemos a pocos metros de la carretera. Hace un poco de fresquete, pero el día ha amanecido magnífico y soleado.

Vamos siguiendo el GR, que va por zona boscosa, bonita y muy agradable. Además es cómodo. Sin darnos cuenta vamos avanzando y avanzando, aunque sin prisa, entre animadas charlas. Llevamos el mapa a mano para ir consultando la ruta (estamos en 2008 y nadie tenía GPS).

Avanzando por el GR-11 con un bonito paisaje y entorno
Vista atrás

Cuando vamos cogiendo algo de altitud, quizás en torno a 1500 metros, empezamos a encontrar algo de nieve, pero es tan fina la capa que casi parece escarcha.

Al coger algo de altitud aparece una finísima capa de nieve

De vez en cuando vamos contemplando la vista atrás, que nos deja una buena estampa.
 
Echando la vista atrás tenemos bonitos paisajes

Según vamos subiendo va habiendo algo más de nieve, pero tampoco hay excesiva cantidad y se avanza sin ningún problema.

Vista atrás. Va apareciendo algo más de nieve

El valle va girando un poco hacia la derecha. Vemos los picos que cierran el final de la Canal Roya, hacia donde tenemos que dirigirnos. Al poco, vamos encajonados en una ancha planicie (en sentido perpendicular) herbosa que sube por el fondo del valle; se sube bastante cómodo por ella. Enseguida tenemos a la vista el paredón o cuestón, según se quiera ver,  que cierra la Canal Roya y que pertenece al circo donde se inicia esta canal. Arriba del paredón se encuentran los vistosos Llanos del Anayet, con sus ibones, pero evidentemente desde aquí no se ve nada ni se verá hasta llegar a ellos.
 
Ya vemos los picos donde está el final de la Canal Roya
Un poco más adelante estamos avanzando por una cómoda zona herbosa, en dirección al paredón que cierra la Canal Roya

Más adelante el GR-11 se desvía por la derecha y sube saliendo del fondo de la canal, pero nosotros tenemos que seguir por el fondo de la Canal Roya hasta toparnos con su final.

Poco antes de llegar a su final hacemos una de las paradas, en este caso bien motivada ya que tenemos a la vista el Anayet con una estampa bien curiosa. La perspectiva engaña en cuanto magnitudes, pero tenemos de referencia que ahora mismo hay unos 700 u 800 metros de desnivel entre donde estamos y la cima, que se ve.

Parada para contemplar el Anayet
Ésta es la vista que tenemos, con un desnivel de unos 700 u 800 metros entre la cima y nosotros. Las caprichosas formas se deben a su historia geológica

La morfología tan particular del pico (en forma de pezón) se debe a su historia geológica: se trataba de un volcán en el que con el paso de millones de años fue erosionándose y desapareciendo lo que era el volcán y sólo quedó la chimenea por donde salía la lava, siendo la roca formada por la lava solidificada.

Llegamos al circo y final de la Canal Roya y empezamos la subida de paredón hacia los Llanos de Anayet. Se ve el sendero que facilita la subida, aunque la subida es empinada. Este paredón o cuestón está en sombra por su orientación norte, así que es lógico que nos encontremos hielo. Afortunadamente este hielo que nos vamos encontrando se puede ir rebasando con cuidado sin necesidad de crampones, aunque yo los llevo en la mochila.

Subiendo el cuestón hacia los Llanos de Anayet, con presencia de hielo y nieve helada

La verdad es que la sensación de pasar del solecito a esta "cuesta helada" y en sombra es de haberte metido en un congelador, pero el esfuerzo de subir el cuestón hace que enseguida más o menos mantengas la temperatura.

Con paciencia vamos llegando al sol y notamos con agrado su calor. Llegando arriba el terreno empieza a tumbar. Sin embargo todavía hay que subir un pelín más para acceder por el sendero a los Llanos de Anayet y sus ibones.
 
Vamos llegando al sol
Una paradita para reagruparnos donde la pendiente ya tumba
Al lado izquierdo tenemos los picos que rodean el circo de la Canal Roya
Pero todavía tenemos que subir un poquito más

Ya casi arriba, mirando atrás podemos contemplar cómo el Midi d'Ossau asoma por encima de las montañas. Está lejos, pero su tamaño y la claridad del día hacen parecer que esté más cerca.
 
Por el fondo empieza a asomar el Midi d'Ossau
Ya casi estamos en los Llanos de Anayet
Y ya no hay tanta diferencia de altitud con los picos de nuestra izquierda

Por fin llegamos a los Llanos de Anayet. El paisaje es bonito a la vez que extraño: una llanura casi perfecta y tremendamente amplia a más de 2200 metros de altitud. Los grandes ibones adornan la llanura, en la que se ve a gente; hasta aquí hemos subido solos todo el rato, pero aquí nos juntamos con la gente que ha subido por el barranco de Culivillas. A nuestra derecha tenemos el Anayet, con una apariencia bien distinta de como le habíamos visto antes; ¡hay que ver lo que cambia el aspecto de este pico según el punto desde donde se mire!

El aspecto del Anayet desde este ángulo es bastante distinto
Los ibones de Anayet, donde vemos más gente
Recorremos un poco la zona

Seguimos. Nos acercamos a los ibones a echar un vistacillo y ver los alrededores. Además de contemplar el bonito entorno y los paisajes que tenemos por todos los lados, hay que pensar dónde nos instalamos para dormir.

Una bonita estampa de los ibones, con el Midi d'Ossau de fondo

Tras dar una vueltecilla por los ibones, decidimos alejarnos un poquito de ellos y buscar un buen sitio algo resguardado para instalarnos. Tras dar algunas vueltas deambulando por la zona encontramos el sitio que más nos convence a todos. Allí soltamos todo, descansamos, montamos las tiendas y comemos plácidamente.

Montando nuestro campamento




Estamos tan relajados después de montar tiendas, comer y apoltronarnos en este sitio tan placentero, que han pasado casi 2 horas desde que soltamos aquí las mochilas. Da mucha pereza, especialmente con la comida en la tripa, pero si queremos cumplir nuestros objetivos de hoy nos debemos de poner en marcha.

Con mucha pereza, pero nos ponemos en marcha. Decidimos que llevemos mochila solo José y yo y metamos en ellas lo imprescindible. Tenemos que dirigirnos al collado que hay entre el Anayet y el Vértice de Anayet. Se va subiendo poco a poco hasta los pies del collado, donde empieza una subidilla brusca, pero es corta y enseguida estás en el collado.

Una vez en el collado tenemos a cada lado Anayet y Vértice de Anayet. Por unos instantes dudamos si hacer primero el Vértice de Anayet y luego el Anayet. No obstante, como no es que vayamos excesivamente sobrados de horas de luz y tampoco sabemos el tiempo que nos va a llevar cada cosa, decidimos hacer el Anayet (nuestro principal objetivo) y volver al collado y en función de la hora que sea optar por hacer el Vértice de Anayet o directamente bajar a las tiendas.
 
Vistas de los Llanos de Anayet y sus ibones desde el collado. Por la izquierda se adivina por dónde hemos subido desde Canal Roya a los Llanos de Anayet
El Vértice de Anayet, que parece una pirámide casi perfecta, visto al poco de pasar el collado. Arriba se puede distinguir el vértice geodésico y una persona

Tiramos hacia el Anayet, para el que primero hay que superar un muro que ocupa toda la vista desde donde estamos. No tenemos muy claro por dónde atacarle, así que nos acercamos y cuando hay que atacarle nos equivocamos (como pudimos comprobar a la bajada) y tiramos por el lado izquierdo.

Un muro que nos tapa toda la visión del resto del pico es el primer obstáculo a superar

El caso es que nos acabamos metiendo en un marroncillo, en forma de trepada delicada por la presencia de hielo. La trepada nos da algo de guerra, ya que está un poco peligrosa, pero con cuidado la superamos y salemos por arriba del muro. A la vuelta descubriríamos que la ruta va realmente más a la derecha de por donde hemos subido nosotros.

Nos equivocamos y nos enmarronamos en unas trepadas delicadas con la presencia de hielo

Tras superar el muro enseguida localizo unas cadenas... evidentemente hay que seguir las cadenas. El recorrido por las cadenas no es muy largo pero es bastante aéreo, lo que le da un divertido toque de emoción. Todos queremos hacernos fotos en las cadenas, ya sea haciendo el tonto o con el estupendo paisaje de fondo.

Empieza el tramo de cadenas
Es un tramo aéreo y con unas espectaculares vistas
Vero y JuanPa en las cadenas
JuanPa un poco más adelante

Aunque el recorrido puede ser algo aéreo en algunos puntos, el tramo de cadenas se pasa bien y sales de él sin problemas.

Después del tramo de cadenas hay que seguir un poco más en horizontal hasta llegar a una canal que sube hacia cima. No hay mucha duda ya que el terreno se vuelve herboso y hay una senda bien marcada.

La senda sube bruscamente por la canal haciendo pequeños zigzags que parecen montarse uno sobre otro y con un paisaje de vacío a nuestros pies en el que apenas podemos distinguir nuestras tiendas de campaña que se ven como tres puntitos de colores. Yo diría que es la primera vez que veo un sendero de tierra y hierba que puede llegar a dar una cierta sensación de vértigo.

Los zigzags del sendero casi se amontonan unos sobre otros. Al fondo, con agudeza visual se pueden llegar a ver las tiendas de campaña, que se ven como puntitos.

El final de la canal se vuelve rocoso y hay que hacer unas pequeñas pero fáciles trepadas, llegando fácilmente a la cima.

Una paradita en una repisa herbosa, antes de acometer los últimos metros para alcanzar la cima. Espectaculares vistas

Subiendo hemos disfrutado horrores al resultar una subida la mar de entretenida. Pero en la cima no es menos y disfrutamos como enanos con el espectacular paisaje que tenemos en todas las direcciones. Realmente alucinantes las vistas, al tratarse de un pico relativamente aislado de otros. Además podemos ver el todo el fondo de la Canal Roya, incluido desde donde nos paramos a contemplar este pico, con una espectacular imagen.

Foto cimera con trípode
Pero para que salga de fondo el Midi d'Ossau hay que hacerla sin trípode y sacrificarse uno que no sale en ella. Gracias, José
Vista del Vértice de Anayet
Abajo los Llanos de Anayet y al fondo del todo por la derecha el Pala de Ip
Al fondo a la derecha Pallas y Balaitus
Los inbones de Anayet y a la izquierda las paredes del circo por dónde hemos subido a ellos
Vistas al fondo de la Canal Roya, por donde hemos pasado hace unas horas. Se aprecia el arroyo del fondo de la canal

La vista del Midi d'Ossau desde aquí es otra maravilla. Se le ve resaltar dejando empequeñecidas al resto de montañas. Era un pico que todavía no había subido, pero la vista que tengo desde aquí me hace enamorarme de él y obsesionarme por subirlo en cuando tenga ocasión (posteriormente lo subiría dos veces: por la normal y por la arista Peyreguet, sin descartar que lo suba más veces en el futuro).
  

El colosal Midi d'Ossau empequeñece a las montañas de sus alrededores. Aunque no lo parezca, está lejos.

Después de unos 30 minutos de disfrutar de la cima, parece que ya es hora de bajarse. No tenemos nada claro que nos vaya a dar tiempo a visitar el Vértice de Anayet, pero de cualquier modo tampoco podemos demorarnos mucho.

Bajamos rápidamente por la canal de subida a cima por la que ascendimos antes y llegamos de nuevo a las cadenas. De vuelta por ellas volvemos a disfrutar como enanos con el ambientillo.

Bajando de nuevo por las cadenas...
... disfrutando de las vistas...
... y de la diversión
Algún tramito de bajada resulta más emocionante incluso que de subida

Pasadas las cadenas, desde la perspectiva que tenemos vemos claro el camino correcto, mucho más fácil que las trepadas que hemos hecho al subir. Se trata de bajar a un tramo sobre tierra rojiza que te lleva a un punto donde el muro se destrepa fácilmente y rápidamente te encuentras de nuevo en el collado.

Por la zona de tierra rojiza

Una vez en el collado consultamos la hora para ver si nos da tiempo a subir el Vértice de Anayet con las horas de luz que nos quedan. La verdad es que no lo tenemos claro, ya que no sabemos el tiempo que nos va a llevar, pero decidimos aventurarnos a él.

El Vértice de Anayet es una pirámide casi perfecta, así que la subida es una rampa de fuerte pendiente. Tienes que ir tomando respiración e ir subiéndola con paciencia. Alguna parte tiene incluso trepadas, para salvar algunos "escalones", pero son fáciles. 
 

Subiendo al Vértice de Anayet

Llegamos a la cima del Vértice de Anayet. Allí, no hacemos la foto cimera de rigor, con el vértice geodésico, que a diferencia del Anayet esta cima sí tiene, y el Anayet a nuestras espaldas.

Foto cimera del Vértice de Anayet, con el Anayet a nuestras espaladas

Nos deleitanos unos minutos con las magníficas vistas que también tiene esta cumbre, realzadas con el magnífico día que ha hecho hoy, con los contrastes de colores de la nieve, tierra, roca y hierba y con las luces del atardecer del sol.

Bonitas vistas al sur

 Emprendemos el descenso de vuelta al collado, mientras nos maravillamos con la bonita estampa y colores que tiene el Anayet visto desde aquí. Destaca la zona de tierra rojiza por la que hemos bajado. A su espalda, a lo lejos, sigue el omnipresente Midi d'Ossau, que parece no querer perder nunca el protagonismo.

Bonita estampa del Anayet que tenemos en la bajada desde el Vértice de Anayet. Destaca la zona de tierra rojiza. Al fondo el Midi d'Ossau parece querer reclamarnos la atención

Tras llegar al collado descendemos tranquilamente de él, disfrutando en todo momento del entorno. Va a anochecer dentro de poco, pero parece que nos dará tiempo a encontrar nuestras tiendas antes de que se vaya la luz... mejor, porque sin luz habría sido una auténtica odisea intentar encontrar las tiendas.
 
Vista del Vértice de Anayet desde el collado

Llegamos a las tiendas y llega el momento de la cena y el posterior y merecido descanso. Hace fresquete, pero creo que vamos a dormir a pierna suelta. JuanPa no ha subido tienda, pero tenemos sitio de sobra; en concreto en mi tienda caben tres personas y estoy yo solo. Pero JuanPa prefiere hacer vivac. La verdad es que nos podíamos haber ahorrado perfectamente el haber cargado con el peso de una de las tiendas y haber llevado más repartidos los pesos, ya que por ejemplo yo he cargado con todo el peso de mi tienda hasta subirla aquí.

El momento de la cena
 


Retorno por la canal de Izas (5 de octubre de 2008)

Datos: 
Actividad: Montañismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Ninguna
Dificultad/Características: Recorrido también bastante bonito e interesante. Salvo algún corto destrepe, que seguramente se pueda evitar, la ruta no presenta dificultades reseñables.
Longitud total: 9,6 km;     Desnivel acumulado positivo:  450 m;     Desnivel acumulado negativo: 1360 m

Tiempos:
No tengo tiempos fiables de esta jornada, aunque por las "pistas" que tengo debieron rondar las 6 horas en total, con muchas paradas y mucha tranquilidad. La bajada a la Canal de Izas es muy empinada y no permite hacerla muy rápido.

Track: 
Generado sobre mapa (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Índice IBP: 90


Fecha:  5 de octubre de 2008

Me despierto el primero. En principio no tenemos prisa, así que no hemos puesto despertador... pero va pasando el tiempo. Aprovecho para hacer alguna foto mañanera.

Nuestro campamento por la mañana. JuanPa haciendo vivac a la derecha

JuanPa es el siguiente en despertarse. Deambulamos un poco por los alrededores para hacer tiempo mientras los demás se van despertando. 

Una bonita foto del Midi d'Ossau desde la orilla de los Ibones de Anayet. Parecen superponerse montaña e ibones, aunque hay muchos kilómetros de distancia

Al cabo del tiempo se van despertando los demás, primero Pedro, y... José y Vero parece que no han dormido en su vida y están intentándolo recuperar... empieza bien a pegar el sol en su tienda y no nos explicamos cómo aguantan sin despertarse... pero por fin hacen acto de presencia.

Desayunamos y recogemos todo en un ambiente de relax total. Emprendemos la marcha otra vez cargados como mulas. Nos dirigimos de nuevo al collado entre el Anayet y el Vértice de Anayet. Vamos muy tranquilos, contemplando unos caballos que hay recorriendo esta zona.

Vista del Anayet llegando a la parte más empinada de subida al collado. Se aprecia la zona de tierra rojiza

Subimos al collado. Desde allí vamos a bordear a media ladera el “Vértice de Anayet” para llegar a otro collado desde donde bajar a otro valle que hay un poco más allá: la Canal de Izas. Pero antes de seguir, volvemos la vista atrás desde el collado para despedirnos de la planicie de los Ibones de Anayet, un sitio que nos ha encantado.

Otra vez en el collado, con el muro de ayer detrás
Último vistazo nostálgico desde el collado a la planicie de los Ibones, antes de seguir. En el centro abajo de la foto se aprecian tres sombras que son tres montañeros que también se dirigen al collado en el que estamos.

Seguimos. Para el bordeo a media ladera del Vertice de Anayet no hay un sendero claro, así que vamos por donde nos va pareciendo mejor. Nos encontramos alguna trepada fácil. Voy yo por delante y me acabo enriscando al ir un poco más abajo de por donde debería ir. Me voy metiendo en trepadas y destrepes, por cabezota y no dar media vuelta y retroceder, y cada vez se va poniendo peor. Mis compañeros han tirado por más arriba y no se encuentran estos problemas así que me van adelantando y acaban llegando al collado antes que yo, pero acabo saliendo del fregado y no tardo en alcanzarles. 
 
Una trepadilla
Vamos dejando atrás el Anayet
De camino al otro collado, con la silueta de una cabra sobre las rocas
Llegando al otro collado miramos atrás para despedirnos del Anayet, pues ya le vamos a perder de vista

Una vez en el otro collado, nos toca ahora la laaaarga bajada hasta el fondo de la Canal de Izas. No es que sea un desnivel excesivamente grande el que hay que bajar, unos 700 metros, pero es una pendiente muy constante y acusada que agota y acaba haciéndose muy pesada. Al principio empieza por terreno más irregular y terroso-rocoso, con algo de sendero difuso por donde no se baja del todo mal, pero inmediatamente desaparece el sendero y empieza una larguísima pendiente de hierba con una inclinación muy fuerte que te va machacando las rodillas y piernas en general. Como agravante tenemos el enorme peso que llevamos a nuestras espaldas, con tiendas y todo. En estas condiciones y con esta pendiente, uno ya no sabe ni cómo poner los pies cuando vas bajando, unas veces alineados con la pendiente, otras en transversal... cuando te duelen los pies de bajar de una de las formas pasas a la otra y viceversa. 

Primeras vistas que tenemos de la Canal de Izas
Primeros tramos del descenso

A mitad de bajada hay unos metrillos horizontales y luego continúa la bajada con la misma tónica. En esos metrillos horizontales nos encontramos con rebaños de cabras pastando.

Como he comentado antes, no hay sendero de bajada, así que vamos bajando más o menos directos hacia abajo, dejando a la izquierda un pequeño barranco que nos sirve de referencia para guiarnos en el mapa. No hemos optado por meternos en el barranco para ver si bajamos más cómodos, porque es fácil que nos encontremos resaltes y lo mismo nos encontramos en un callejón sin salida y nos toca volver a subir.

Unos metros horizontales en la mitad de pendiente permiten recuperarse por unos instantes

Tras esa zona llana nos encontramos una pendiente de roca que hay que destrepar. No es difícil, así que con un poco de cuidado la vamos bajando. En cierto modo se agradece este "cambio de tercio" para darle un respiro a nuestras rodillas y nuestros tobillos.

Una pendiente de roca que nos toca destrepar
Todavía queda un buen trecho para bajar hasta el fondo de la canal, pero por lo menos parece que ya se va viendo el fin

Seguimos nuestro descenso con la tónica de antes, hasta que por fín alcanzamos el fondo de la canal. Casi que no nos lo creemos, se nos ha hecho muy larga, pero por fin estamos aquí. Aquí enlazamos con el GR-11, que nos parece una autopista; recordemos que llevamos desde el collado del Anayet practicamente campo a través.

Hacemos una parada antes de seguir, aunque sea solo por quitarnos un rato todo este peso de la espalda.

Por fin alcanzamos el fondo de la Canal de Izas, ahora tenemos que segui bajando por ella
Una foto con una cascadita de agua

Continuamos ya por el cómodo (comparado con lo anterior) GR-11 bajando por la canal de Izas inmersos en un bonito paisaje, con unos espectaculares bosques más adelante.

Se nos hace un poco largo, tanto por el peso que llevamos como por las ganas que tenemos de llegar ya, puesto que se va notando el cansancio del fin de semana.


Momento de hidratación
Vamos entrando en abundante vegetación

Llegamos a una presa que hay ya relativamente cerca de la carretera y allí nos salimos del GR y cruzamos para ir hacia el norte. Realmente el GR-11 nos va a llevar también al coche, pero con esta opción parece que recortamos un poco la distancia, No obstante, los senderos que hay a continuación no son muy claros, así que nos hacen dudar y consultar el mapa hasta que nos aseguramos de ir por el sitio correcto.

Recorremos toda esta parte hacia el norte hasta que finalmente llegamos al punto de partida de ayer, donde tenemos aparcado el coche. Ya solo queda recoger todo y coger el coche de camino a Madrid.
  

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