viernes, 26 de agosto de 2016

Cabezo Gordo desde El Salse (trail running)

Cabezo Gordo desde El Salse (trail running)

Uno de los "unmiles" alicantinos  que he subido en numerosas ocasiones, por diversas rutas y de diversas formas, incluyendo una combinación bici-andar. En esta ocasión, con motivo de hacer algo de ejercicio para iniciar la recuperación de un parón veraniego con sus excesos, se me ocurrió probar a subirlo corriendo desde la pedanía de El Salse y así hacerlo de forma distinta.

La verdad es que no eché cuentas de distancias y desniveles y al final ha salido más de lo que pensaba. Ya se sabe que cuando uno cree conocer las cosas se confía y se deja llevar por impresiones que luego es posible que no se ajusten del todo a la realidad. Por otra parte, la ruta escogida se puede mejorar, simplemente echando un vistazo rápido a un mapa, con alternativas que reducen los tramos de asfalto e incluso acortan algo la distancia. Pero todo fue un poco improvisado y fui por el primer sitio que se me pasó por la cabeza.

Si quieres, puedes acceder a la lista de los "unmiles" de Alicante visitados en este enlace.

Datos:
Actividad: Trail running;      Zona: Biar, Alicante
Cimas:  Cabezo Gordo (1064 m)
Longitud: 17,9 km según acelerómetro (más preciso que el GPS) y 17,2 km según GPS
Desnivel acumulado positivo:  500 m;     Desnivel acumulado negativo: 500 m
Duración: 2h 15min (con un estado de forma no muy bueno); 1h15 subida y 1h00 descenso

Track:
Grabado in situ, pero rehecho sobre mapa (me dio fallos y grandes desconexiones) (pincha para acceder al track en wikiloc)


Índice IBP: 117 (running)


Fecha: 12 de agosto de 2016


Intento no salir muy tarde para pillar el menor calor posible. He optado por salir en ayunas, pensando que era menos distancia y menos desnivel, y llevo un cinturón de hidratación con un bidoncillo de 0,6 litros con agua.

Salgo de El Salse en dirección a Beneixama, por el Camí dels Molins y al llegar a la antigua estación del ferrocarril cojo la vía verde del Xitxarra, hasta que se cruza en perpendicular el camino asfaltado que sube hacia el monte. Hasta ese punto el recorrido había sido llano o de ligero descenso, pero a partir de aquí hasta la cima ya va a ser todo cuesta arriba.

El camino asfaltado va cogiendo cada vez más pendiente pero sin ser demasiado asfixiante para ir corriendo, así que se va subiendo bien. Alcanzo la carretera Bañeres-Biar y giro 90 grados para cogerla unos 400 metros en dirección Biar. Tras esos 400 metros sale por la izquierda el camino que sube hacia el Cabezo Gordo y que ha sido punto de partida en otras ocasiones o punto de cambio de bicicleta a andar (atando la bici a un árbol) en la ocasión en que combiné senderismo con bici.

El camino, bastante pedregoso y algo roto, empieza con pendientes ya algo más elevadas, pero que se pueden hacer perfectamente corriendo. Inicialmente se encamina directamente hacia el monte, pero tras recorrerlo un rato se alcanza de frente el cambio más brusco de orografía y el camino gira a la derecha. Desde este punto el camino gana claramente más pendiente y se encuentra mucho más roto. Cuesta más esfuerzo seguir corriendo, pero se va aguantando.

Enseguida te adentras en pinar y hace buena sombra. Además la pendiente da alguna que otra tregua; no es que deje de subir, pero algún tramito de pendiente más moderada permite recuperarse un poco. Paso un desvío del camino que acaba llevando a un manantial del que las pocas veces que he ido a verlo nunca he visto brotar agua.

Zona de pinar, subida mas suave y camino en mejor estado, pero dura poco.

Pronto vienen pendientes más acusadas. El camino está profundamente cortado por los surcos que hace el agua que desciende del monte por aquí cuando llueve. Son surcos que yo creo que llegan a superar holgadamente el medio metro de profundidad en algunas zonas.

Camino muy roto por el paso del agua

Voy aguantando como puedo en esas pendientes acusadas, viendo que queda ya muy poco para el collado, y sabiendo que después del collado las pendientes son tan fuertes que no me van a permitir correr. No obstante esta última pendiente para llegar al collado es tan acusada y mantenida que finalmente opto por no derrochar fuerzas y hacer mejor los últimos metros andando a paso rápido. El móvil me va cantando la distancia que llevo y veo que va a salir mucha más de la que pensaba, así que eso también me ayuda a tomar la decisión de reservar fuerzas, a pesar de que mi intención hasta ese momento era llegar al collado sin haber parado de correr aunque fuera a un trote corto.

Estaba ya prácticamente en el collado así que enseguida llego a él y ahora hay que coger un sendero que sale por la derecha. Este sendero sube ya con mucha pendiente e incluso te resbalas hacia abajo en algunos puntos, así que ni me planteo correr y subo directamente con paso ligerillo. Realmente son ya solo unos 100 metros de desnivel desde el collado hasta la cima, así que tampoco se tarda mucho en hacer cima.

Normalmente no me gusta parar del todo cuando hago actividades de correr, pues en teoría se trata de invertir el menor tiempo posible. Subiendo solo he hecho tres o cuatro paradas de 1 segundo simplemente para hacer alguna foto para documentar y que no saliera movida, e incluso antes de hacer la foto he preparado la cámara sin parar de correr. Igualmente siempre como y bebo sin parar de correr (salvo en carreras en las que hago uso de los avituallamientos). Pero en esta ocasión, una vez en la cima dedico 5 minutillos a hacer algunas fotos, y de paso a comprobar si me ha mandado alguien un mensaje o me ha llamado y no me he enterado. Veo un whatsapp que me ha llegado de alguien con el que no hablo habitualmente y tampoco puedo resistirme a contestarle.

Las vistas del amplio valle desde la cima son magníficas. La población que se ve es Beneixama
El Salse queda por ahí, por el fondo en el lado izquierdo de la foto.
Un autorretrato en la cima, con la camiseta sudada por el calor y Beneixama de fondo
Y otro autorretrato de arriba a abajo, para que salga la roca de la cima

No quiero perder mucho más tiempo y sobre todo no quedarme frío, así que tras esos 5 minutos inicio el descenso. La bajada hasta el collado, como ya he dicho en la subida, es bastante empinada y resbaladiza, por lo que es algo técnica hacerla corriendo, pero se puede hacer mejor de lo que imaginaba. En estas circunstancias el tiempo dedicado a bajar al collado es muy pequeño y me sorprendo de plantarme aquí en un abrir y cerrar de ojos.

Ya en el camino, las pendientes son algo menos acusadas y el terreno más estable, así que se baja corriendo bastante bien, aunque sin dejarse embalar demasiado y perder el control, así que hay que "sujetarse" un poco. No tardo mucho en salir de la zona de pinar y que las pendientes bajen un poco más; sin embargo el calor empieza a hacer mella.

Llego a la carretera Bañeres-Biar y empiezo ya a notar las piernas pesadas. Es una doble consecuencia de mi bajo estado de forma y de haber salido en ayunas y no haber llevado nada para ir comiendo, pensando que la distancia iba a ser menor. A los 400 m de nuevo cojo el camino asfaltado que, ahora, baja del monte. Por ahí debería bajar muy ligero, pero el cansancio y la chicharrera y el calor por la falta de sombra hacen que baje algo agarrotado, con un trote contenido y "cansino". Sigo volviendo por el mismo recorrido que la ida, llegando a la vía verde donde ya se acaba la cuesta abajo. Desde este punto el recorrido, que apenas va a tener algún punto de sombra, llanea o sube ligeramente, lo que hace que mi trote sea más corto todavía.

Por fin llego de nuevo a El Salse. Compruebo que he dedicado 1 hora justa a la bajada. Estimo que en condiciones normales la diferencia de tiempo entre la subida y la bajada debería ser más grande, pero viendo el desnivel y los prácticamente 18 km que me he corrido, en el fondo me encuentro más que satisfecho simplemente por haber completado esta actividad en el estado de forma en el que estoy (vengo de estar de vacaciones con mis cuñados en las que apenas he hecho algo de ejercicio y he ganado más de 3 kilos de peso).

Para mañana, único día que me queda disponible para otra actividad similar en esta visita del puente por tierras alicantinas, se me ha ocurrido hacer el recorrido del PRV-52, que ya hice hace algunos años con Victoria, dudando entre hacerlo andando o si seré capaz de hacerlo corriendo... pero dadas las circunstancias de momento pienso que a ver cómo me levanto mañana y en función de ello decidiré. Eso ya os lo cuento en el artículo de "Circular Refugio de la Talaeta-Ascensión-Gamellons (PRV-52)".

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