sábado, 23 de enero de 2016

Mountain Bike. Equipamiento del ciclista para invierno

Mountain Bike. Equipamiento del ciclista para invierno


Bueno, pues con el frío que hace estos días, qué mejor momento para redactar este articulo que tenía pendiente. Con él pretendo demostrar que se puede sacar la bici también en los fríos días de invierno, sin que sea solo cosa de valientes, y ayudar en general con mis experiencias a todos los que están buscando o intentando mejorar su equipamiento de invierno para el ciclista.

El artículo está basado en mi experiencia personal, con la que más o menos os cuento cómo me equipo para salir con la bici esos días que rondan los 0ºC o incluso menos. Esos días en los que la tierra se vuelve crujiente al rodar sobre ella debido a los cristalitos de hielo que alberga, los charcos se encuentran en estado sólido, o que el agua del bidón no se congela debido al vaivén pero se le congelan a uno los dientes al beberla.

Bueno, ya que os he puesto en ambiente vayamos al grano. Vamos por "partes":


Parte de abajo

Por supuesto hay que buscar un culotte de perneras largas y que abrigue del frío. Puede que no sea la parte más crítica, pero no por ello conviene descuidarla.

Mejor si es de tirantes, ya que considero que este tipo de culottes tiene varias ventajas: 1) Siempre está en su sitio y no se "cae" dejando los riñones al aire, 2) cubre más superficie del cuerpo, y 3) permite llevar siempre "metida" la camiseta térmica, como ya veremos al hablar de la parte de arriba.

Como cosa adicional, que no sé si es o no es muy frecuente encontrar, mi culotte de invierno está provisto de membrana por su parte delantera entre la parte inferior de los muslos y la cintura. Es una membrana cortavientos y también para el agua. El resultado es que mi culotte es extremadamente confortable en cuestión de temperatura y creo que esta membrana tiene buena parte de culpa.

En mi caso no llevo nada más en la parte de abajo.


Parte de arriba

Yo uso un sistema de tres capas:

La primera, de dentro hacia afuera, es una camiseta térmica ajustada. No hace falta que tenga cuello alto, ni cremallera ni nada especial, e incluso pienso que cuanto más simple mejor: si realmente hace frío no vas a necesitar abrir una cremallera para ventilar y ésta será un punto débil para proteger del frío aunque esté cerrada; y un cuello alto te estorbará para cerrar los cuellos de los maillots superiores estrangulándote y en este sentido será más cómoda y te hará mucho mejor servicio una braga de cuello.

La camiseta interior yo me la pongo por debajo de los tirantes del culotte por dos motivos: el primero porque en caso de necesidad te podrías quitar los tirantes del culotte sin tener que quitarte la camiseta y quedarte a pecho descubierto; el segundo porque vas más cómodo así; y el tercero y más importante, porque así puedes llevar la camiseta metida por el culotte y así evitas que se te pueda colar el frío por la parte baja de la misma.

Yo uso la camiseta térmica por debajo de los tirantes

Como segunda capa uso un maillot normal de entretiempo de manga larga. Ese que usas cuando con el de manga corta ya pasas frío. Yo uso uno muy normalito, y yo creo que abrigan más de lo que aparentan, pero supongo que el que aun así tenga frío puede intentar buscar alguno con algo más de protección térmica.

Finalmente, como tercera capa, y creo que la más importante, uso un maillot-chaqueta ya más potente, con más o menos buena protección térmica y, fundamental, membrana cortavientos. El que tengo yo funciona realmente bien, aunque en alguna situación de ir con cierta velocidad en un día muy frío he notado los brazos algo frescos, supongo que porque la membrana cortavientos se ve que no abarca los brazos, pero tampoco llego a pasar frío.

Mi maillot-chaqueta

Con este sistema me va muy bien y no tengo problemas de frío. Las cremalleras de la segunda y tercera capa permiten abrirlas completamente para ventilar el cuerpo en caso de que llegue a hacer algo de calor. En caso de mucho frío estas prendas con la cremallera bien cerrada se ajustan mucho a cintura y cuello, lo que junto a la membrana cortavientos consigue un gran aislamiento térmico del cuerpo.

Si no hiciera excesivo frío incluso se puede ir bien sin la camiseta térmica interior, pues el propio cuerpo ya va a generar calor con el ejercicio y la capa más externa, el maillot-chaqueta, va a encargarse de que ese calor corporal aguante lo máximo posible.

Por último, en algunas ocasiones se puede considerar el llevar una cuarta capa que no es más que un chubasquero ligero, lo cual solo recomiendo si realmente hace falta porque esté lloviendo, lloviznando... o nevando.


La cabeza

Para la cabeza uso dos prendas, una para el cuello y otra para la parte superior de la cabeza.

Para el cuello se puede usar una braga de cuello normal, pero lo que mejor resultado me ha dado es una cosa mixta que encontré en unos conocidos grandes almacenes de deporte, que es mitad braga mitad tipo Buff. Es decir, la mitad inferior tiene la tela, consistencia, etc de una braga de cuello, mientras que la mitad superior tiene la tela, elasticidad y fineza de un Buff. Con ello, la mitad inferior te abriga perfectamente el cuello y garganta como una braga de cuello, mientras que la mitad superior da todo el juego que puede dar un Buff, incluyendo el de respirar fácilmente a través de su tela o incluso llegar a tapar la parte superior de la cabeza como si fuera una balaclava.

Por cierto, hablando de balaclavas... es otra posibilidad y las he usado en alguna que otra ocasión, pero yo prefiero este otro sistema que da mucha más versatilidad.

Para la parte superior de la cabeza, es decir, bajo el casco, uso un gorro de alpinismo de esos que son para llevarlos debajo del casco. Si usas un gorro de cabeza normal te va a costar mucho más ajustar el casco, pero con este tipo de gorros el casco puedes llevarlo encima y cuando te lo quieres quitas apenas tienes que reajustar los reglajes del casco. Este tipo de gorros también suele proteger las orejas.

Mi "braga-buff" y mi gorro
El gorro la realidad es que lo uso muy pocas veces y me suelo apañar con la braga-buff. Sin embargo si hace realmente frío, alguno ya sabréis por experiencia a lo que me refiero cuando digo que acabas acordándote de todos y cada uno de los agujeritos de ventilación del casco, por el frío que notas que entra por ellos y que puede llegar a hacerte sentir dolor de cabeza. En esa situación el gorro va muy bien, sobre todo hasta que llevas unos cuantos kms de ruta, a partir de los cuales puedes llegar a entrar en calor y acabar necesitando evacuar la transpiración, siendo recomendable quitártelo en ese momento ya que la parte superior de la cabeza es una buena vía de escape.

 
Las manos  (primera zona crítica)

Las manos para mí es la zona más controvertida. Si buscas unos guantes muy "potentes" con buena protección térmica, cortavientos y todo eso, en las subidas acabarás con las manos encharcadas en sudor dentro de los guantes. Si por el contrario coges unos guantes más ventilados, en los descensos se te congelarán los dedos y sufrirás como yo he sufrido en alguna ocasión la sensación de que se te van a caer los dedos a trocitos de lo congelados que están.

¿Cómo lo he solucionado yo?: pues no queda más remedio que ir cambiando el abrigo de las manos. Pero hay que intentar que sea de una forma más o menos estable, es decir, que no haya que ir parando cada 5 minutos a cambiarte de guantes. Os cuento lo que tengo y hago yo:

Tengo unos guantes buenos de marca y especializados en ciclismo, que abrigan bastante y tienen membrana pero también dejan transpirar bastante a las manos; creo que vale la pena gastarse algo de dinero aquí, aunque yo los pillé muy bien de precio en una oferta. Aun así, por sí mismos no son suficientes al principio en días muy fríos (quizás es la "penalización" por que tengan cierto nivel de transpiración), así que los complemento con unos guantes interiores de seda (de seda porque son finos y caben bien dentro y porque tienen unas buenas propiedades como comento en la entrada "Alpinismo: ¿Qué tipo de guantes son mejores?; mi experiencia") que además son muy baratitos. También tengo unos guantes de invierno muy normalitos.

Mis guantes "buenos"
Y los guantes de seda

Para iniciar la ruta te pones los guantes buenos, con los de seda como guante interior y con eso aguantas al principio. Lo normal es que sientas frío en la punta de los dedos, pero según vas haciendo la ruta vas entrando en calor. Llega un momento en que ya empieza a sudar la mano y es el momento de quitarse el guante de seda interior y volverte a colocar los guantes buenos pero ya solos; lo normal es que aunque tengas descensos en los que cojas velocidad el guante bueno ya te sea suficiente para aguantar bien el frío del aire en esos descensos, y que si transpira bastante te permita hacer subidas sin encharcar las manos en sudor.

También puede ocurrir que llegue a haber un gran cambio de temperatura en la ruta, por ejemplo si empiezas muy temprano con mucho frío y acabas a la hora de comer con un día espléndido; en ese caso al final puedes llegar a notar demasiado calor con los guantes buenos y viene bien podértelos cambiar por los guantes de invierno normalitos, por lo que cuando preveo esas situaciones también me llevo en el maillot esos guantes de invierno normalitos (realmente me los llevo con mucha frecuencia, ya que tampoco cuesta nada llevarlos en el maillot).

La clave de todo esto es que el guante bueno sea efectivamente bueno (abrigue lo suficiente, proteja del aire lo suficiente y transpire lo suficiente) para que te pueda dar todo el juego que necesitas. El adecuado equilibrio entre esas tres prestaciones realmente es difícil que te lo dé un guante que no sea especializado. Además el guante especializado tiene los acolchados correspondientes para la práctica del ciclismo.


Los pies (segunda zona crítica)

Los pies es la segunda zona crítica donde más afecta el frío, aunque no sea tan controvertida. Es, junto con las manos, la parte del cuerpo que también da más quebraderos de cabeza. Se suelen quedar muy fríos al ir tremendamente expuestos al aire y recibir poco calor del cuerpo.

Probablemente la mejor opción sea comprarse unas zapatillas-botas de ciclismo para invierno. No obstante, eso supone no solo tener que comprarse un segundo par de zapatillas de ciclismo, sino que encima es notablemente más caro que el normal ya que suelen llevar membranas y otras cosas que las encarecen. Por ello, si no eres de los que sale con mucha asiduidad, como es mi caso, al final piensas que las sacarías pocas veces y acabas optando por buscarte la vida con una alternativa que te salve los papeles y puedas salir en invierno sin tener que comprártelas.

Zapatilla-bota de ciclismo para invierno

En mi caso uso un calcetín térmico potente, una zapatilla normal de ciclismo, y encima un cubrecalzado bueno y potente, de los de 3 mm de neopreno recubierto (te recomiendo ir a lo más potente que encuentres). El cubrecalzado te va a proteger del aire y te va a dar algo de calor adicional, pero tampoco esperes milagros ya que, entre otras cosas, están casi totalmente abiertos por la zona de la suela.

Cubrecalzado
El cubrecalzado ayuda bastante pero no hace milagros, quizás al estar abierto por la zona de la suela

He oído a mucha gente que recomendaba envolverse la parte delantera del pie con papel aluminio... y tengo que confesar que lo probé en su día. Pero lo único que consigues con eso en una ruta medianamente larga es que se te desintegre el papel aluminio dentro de la zapatilla y que se llene zapatillas, calcetines y todo de virutillas de papel aluminio.

En teoría con un buen calcetín y un buen cubrecalzado no deberías tener excesivos problemas. Aun así, en los días muy fríos los pies no dejarás de llevarlos algo "fresquitos"; es el precio que hay que pagar por ahorrarse un dinerillo, aunque tampoco es muy grave. Si necesitas algo más, probablemente lo mejor sea ponerte un segundo calcetín, cosa que yo he tenido que hacer alguna vez que otra.

El cubrecalzado además te protegerá del barro y de los charcos, evitando que se moje el pie. De hecho yo tengo también un cubrecalzado ligero para cuando no hace tanto frío.

Uno de los problemas que tiene el cubrecalzado es que si vas por sitios de cabras como yo, las punteras se te acaban descolocando de vez en cuando y te entra frío por ellas. Yo ya tengo cogido el tranquillo de volver a colocármelas en marcha rápidamente y sin tener que parar, usando para ello la mano contraria al pie correspondiente.

De todas formas vuelvo a insistir que la mejor opción seguramente sea la de comprarse unas zapatillas-botas de invierno, y lo que he expuesto aquí es una alternativa más práctica o económica para los que no salimos tanto con la bici, pero probablemente mucho menos efectiva. De hecho yo no descarto adquirir en algún momento unas zapatillas-botas de ciclismo de invierno... al final seguro que las acabas usando más de lo que crees y probablemente te evites el tener que ir tan justillo de frío en los pies.

Recomendaciones finales importantes

Por último pongo algunas recomendaciones más generales, también basada en mis experiencias:

Ya sabrás que la ropa que mejor abriga del frío es la ropa muy ajustada, dado que evita que pueda circular el aire por dentro de la ropa y burlar su protección. Cuanto más ajustada (lógicamente sin estrangularse) mejor porque será más "estanca". Es algo que debes tener en cuenta, por ejemplo para no usar una camiseta térmica amplia.

Ten cuidado en no dejar desprotegidas algunas partes del cuerpo. Si por ejemplo vas muy bien abrigado pero con los riñones o la garganta al aire, el cuerpo detecta que vas bien abrigado, pues la temperatura corporal es buena, y no va a darse cuenta de contrarrestar el frío en los riñones o en la garganta, pudiendo llegar a a caer enfermo por ello mucho más fácilmente incluso que si ese frío fuera homogéneo en todo el cuerpo. Esos contrastes de temperaturas son muy malos.

En días muy fríos, al empezar una ruta van a pasar unos cuantos kilómetros (depende del tipo de ruta, pero pueden rondar los 10 km) hasta que entres en calor debido al ejercicio. Por ello, no temas iniciar la ruta con algo de fresquillo ya que al entrar en calor ese fresquillo desaparecerá; y, por el contrario, si nos abrigamos mucho al principio luego nos sobrarán cosas. Por eso, es recomendable aguantar un poco el fresquillo al principio para luego ir más confortable con el calor del ejercicio que nos va a acompañar el resto de la ruta.

Lo último es una anécdota relacionada con el frío: Un amigo que hacía tiempo que tenía "aparcada" la bici, conociendo mis aficiones me dice de venirse conmigo un día a hacer una rutilla, con ganas de retomar un poco la afición a la bici. Quedamos un frío día de invierno, ya que la cuestión surgió en esa época, y ante la duda de su estado de forma y habilidad le llevo por una rutilla no muy exigente. No obstante, hay un momento que hay que cruzar un río por un estrecho tabloncillo que se ve que han colocado otros ciclistas para pasar por ahí; la cuestión es que paso yo y cuando pasa mi amigo pierde el equilibrio y se cae de lleno al río. ¡La temperatura marcaba entre 1,5 y 2ºC! Os podéis imaginar lo que me impactó el pensar lo fría que estaría el agua y el frío que iba a pasar hasta que llegáramos a casa todo empapado. Lo cierto es que yendo de vuelta me juraba una y otra vez que no estaba pasando frío; suponiendo que no lo dijera para que yo no me preocupara, la explicación que pueda tener es que la ropa de ciclismo no es muy absorbente de agua sino todo lo contrario, con lo que la poca agua que quedara impregnada en la ropa la calentara el propio calor del cuerpo y el solecillo... bueno supongo que hasta cierto punto, pues también tuve la precaución de volver sin coger mucha velocidad para evitar el efecto de descenso de la sensación térmica con el aire. Por cierto, mi amigo sigue siendo mi amigo, pero misteriosamente ya no me volvió a decir nada de quedar para hacer una ruta en bici... jajajaja.


1 comentario:

  1. Enhorabuena por este articulo, interesante y práctico a la vez. He seguido tus consejos y me han ayudado. Gracias!!!

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