martes, 7 de julio de 2015

Sierra de Guara. Barranco de la Portiacha

Sierra de Guara. Barranco de la Portiacha
Año 2015. Participantes: Alba, Laura, Mónica, Alejandro, Júcar y yo.

El baranco de la Portiacha es un barranco seco y corto, pero con dos rápeles espectaculares de unos 30 metros completamente volados desde "viseras". Se bajan más de 100 metros de desnivel en apenas 240 metros.

Después de haber hecho ayer el cañón del río Vero, hoy (en teoría) tocaba día "relajado": mañana de escalada deportiva y por la tarde el barranco de la Portiacha y una vía ferrata. En esta entrada relato el barranco de la Portiacha, dejando la vía ferrata para otra entrada al tratarse de otra actividad distinta.

Nos levantamos un poco más tarde que el día anterior, pues hoy en teoría debe ser un día más tranquilo y descansado que ayer, pero tampoco muy tarde porque donde vamos a ir a escalar va a dar el sol en torno a las 13:00 y además queremos comer pronto para ir a hacer el barranco de la Portiacha.
 
Una vez hemos hecho todos los menesteres, nos acercamos a la zona donde nos han dicho que las vías son más asequibles de grado, para que puedan escalar las niñas (...y nosotros, pues otras zonas aprietan de lo lindo). Las zonas ya las habíamos inspeccionado Alejandro y yo la tarde anterior.

Hay algunas actividades de empresas con niños por la zona donde vamos a escalar; unos practicando con pasamanos y cosas por el estilo y otros escalada. Nos vamos a las vías que vemos más asequibles de las que están libres. Yo empiezo una, que empieza fácil pero poco a poco va apretando con una dificultad que estimo en un V con algún paso complicadete que puede incluso rozar el V+... no es que sea demasiado fácil para las niñas, pero es lo que hay, y se queda la cuerda puesta para que las niñas lo puedan hacer en "top rope" sin peligro y pudiendo arriesgar cuanto quieran.

Alejandro se ha ido a instalar la otra cuerda de deportiva que tenemos en otra vía; resulta algo más fácil que la mía, pero también ronda el V. En esas condiciones, mi hija Laura que se estrena en esto de la escalada solo puede completar los pasos iniciales de ambas vías y desiste de seguir escalando, un poco desanimada por lo complicado que le resulta. Alba y Mónica, ya algo más habituadas a escalar sí que consiguen completarlas.

Una vez todos hemos completado una de las vías, instalamos la cuerda en una tercera vía que vemos asequible, algo más fácil, quizás IV+, que Alba también haría de primera. También probamos una vía más cañera, del orden de 6a, con idea de hacerla Alejandro y yo, aunque Alba y Júcar también la probarían. Por último Alejandro haría una última vía parecida, que yo ya no repetiría pues el sol empieza a deslumbrar y no deja mirar hacia arriba debido a la orientación de la pared.

Pongo algunas fotos:


Tras esta entretenida mañana, vamos al apartamento, comemos y preparamos todo para ir al barranco de la Porticacha.

Datos: 
Actividad: Barranquismo;      Zona: Sierra de Guara
Dificultad: Barranco de dificultad Media (nivel 2). Es un barranco seco pero con unos rápeles volados quizás no demasiado recomendables para personas poco experimentadas.
Características: Barranco seco y muy corto. Realmente son solo tres rápeles en seco, pero dos de ellos realmente espectaculares, de unos 30 metros y volados.
Croquis:


Tiempos:
  • Aproximación desde el coche al inicio del barranco: 3 minutos, si llega.
  • Descenso del Barranco: 1 hora aproximadamente
  • Regreso al coche: 30 min

Track: 
No disponible por el momento.



Fecha:  5 de junio de 2015

Después de comer, nos preparamos y nos vamos hacia el barranco de la Portiacha. El coche se deja en el párking que hay justo antes del del barranco del río Vero. El el párking dejamos los dos coches, ya que se retorna al mismo sitio y no hay que hacer combinación de coches.

A unos metros del párking hay un mirador desde el que se tiene una magnífica vista del cañón del río Vero

En el propio coche nos preparamos. Es un barranco seco, así que no llevamos traje de neopreno y vamos vestidos "normal". Nos ponemos los arneses, cogemos todas las cuerdas que vamos a necesitar y bajamos al inicio del barranco por un sendero que sale por el lado izquierdo del párking.

En escasísimos minutos estamos al inicio del barranco, que se inicia con un enorme rápel volado. Hace un sol abrasador, y encima a estas horas hace mucho calor, pero es lo que toca, ya que más tarde Alejandro tiene que acercarse a Huesca a recoger del AVE a su otra hija.

buenas vistas

Preparamos un pasamanos, para que las niñas puedan acercarse a la instalación del rápel sin miedo y sin peligro. También organizamos las variadas cuerdas de distintas longitudes que llevamos, pues Alejandro quiere aprovechar para practicar diversas maniobras.

Primero baja Júcar, para poder controlar a las niñas desde abajo, luego las niñas, y Alejandro y yo nos quedaremos los últimos para ayudar a las niñas desde arriba.

Júcar iniciando el primer rápel

Las niñas rapelan bien y solo el tramo inicial les da un poco de guerra, pues además está un poco resbaladizo. Laura incluso se asusta un poco, es prácticamente la segunda vez que rapela y desde luego el rápel es impresionante, por lo que es de lo más lógico, pero enseguida le va cogiendo el rollo.

Júcar controlando las cuerdas desde abajo
Mónica iniciando el rápel
Ahora vista desde abajo con zoom
En pleno rápel volado
El turno de Laura en el primer rápel

Tras haber bajado las niñas me toca el turno. Estamos rapelando en simple con el ocho y en seco, y encima es un rápel volado, con lo que ya me imagino que hay que tener sumo cuidado para no embalarse. Por ello, decido ponerme los guantes... creo que es la segunda vez en mi vida que me los pongo para rapelar, pero creo que la situación lo merece. Además aviso a Júcar para que esté pendiente con las cuerdas: si ya sé que con un ocho en seco rapelando en doble ya tengo suma tendencia a embalarme en los rápeles volados, me imagino que en simple ya va a ser la releche y más vale prevenir.

Y no me equivocaba... era evidente. Me cuesta mucho controlar la velocidad del descenso y de verdad que tengo que agradecer el haberme puesto los guantes, que parece que van a desintegrarse. Noto en la cuerda que el ocho debe de haber cogido una temperatura trremenda. Con todo esto, bajo con precaución hasta que finalmente toco suelo.
 
Tras pasar el tramo inicial
En pleno tramo volado
Acercándome a la altura de los árboles

Una vez aterrizado, el ocho no hay quien lo toque, pues está quemando... incluso se me pasa por la cabeza si podría llegar a dañar la camisa de la cuerda de todo lo que quema. Lógicamente me cuesta lo suyo soltarme de la cuerda y de él.

La verdad es que siendo un barranco seco, lo suyo hubiera sido rapelar en doble, pero hemos optado por hacerlo en simple por probar algua maniobra mientras bajaba Júcar, de las de solucionar el quedarse corto con la longitud de cuerda desplegada. 

Finalmente Alejandro recoge todo y desciende también. Él ha colocado un mosquetón de freno a continuación del ocho, lo que le permite frenar más fácilmente. Han llegado un par de grupos más a hacer el barranco.
 
Alejandro rapelando y arriba ha llegado otro grupo
Probando el mosquetón de freno

A Alejandro también se le ponen los cacharros ardiendo y de hecho se pega un pequeño quemazo en una mano.

Recogemos todo y continuamos.

Enseguida está el segundo rápel, un rápel de 8 metros que parece pequeño al lado de los casi 30 metros del anterior. Lo rapelamos sin mayor problema que el que resulta un poco resbaladizo, sobre todo al principio. Seguimos el mismo orden para rapelar que en el anterior.

Alba haciendo el segundo rápel
Laura en el segundo rápel
En esta foto parecemos los mafiosos del barranco, je, je, je.
Rapelando con tres cuerdas a la espalda

Cuando le toca a Alejandro, también aprovecha para probar alguna otra maniobra y mostrárnosla a los demás... aunque en un momento dado se llega a  líar un poco, y es que estas maniobras uno se las acaba sabiendo más o menos, pero hay que practicarlas de vez en cuando porque si no el día que la tengas que hacer de verdad acabas liándote o bloqueándote aunque te las sepas, pues en una situación de tensión uno no piensa con la misma tranquilidad.

Estamos todos abajo y recogido todo, creyendo que ya hemos acabado el barranco, cuando los que vienen por detrás nos avisan que todavía nos queda otro impresionate rápel volado del estilo del primero. La verdad es que nos hemos confiado y se nos ha ido un poco el horario con tanta práctica de maniobras y ahora estamos limitados porque Alejandro tiene que llegar a Huesca antes de la hora de llegada del AVE.

Nos enteramos que desde donde estamos es posible escaparse del barranco y volver al coche, y puesto que ya vamos un poco pillados de hora decidimos saltarnos ese último rápel y escapar hacia el coche. Por lo que sabemos, ese último rápel es muy similar al primero.

Subimos pendiente arriba por el lado de la izquierda, pendiente bastante acusada y que va ganando altura rápidamente. Hay que estar atento pues la vegetación es espesa y el "sendero" algo difuso. Voy encabezando el grupo con las niñas, mientras que Alejandro y Júcar se han quedado atrás y vann un poco más por debajo.

Más o menos llegamos a la altura del inicio del barranco, pero al otro lado. Voy buscando la ruta que me parece mejor para llegar a él, pues el sendero se puede decir que ha desaparecido. Finalmente llegamos al inicio del barranco y remontamos en escasos minutos el sendero que sube al párking.

Nos hidratamos con el agua que teníamos guardada en el coche y en cuanto podemos nos ponemos en marcha... vamos hacia la ferrata de Peñas Juntas, que la vamos a hacer Júcar y yo con nuestras respectivas hijas, mientras Alejandro va a Huesca a por su otra hija.

La jornada continúa, por tanto, en la entrada de la ferrata de Peñas Juntas.
  

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