viernes, 13 de diciembre de 2013

Diagonal de Peña Telera (I)

Diagonal de Peña Telera (I)
Año 2013. Participantes: Fran, José y yo; Iván y Alejandro nos acompañan pero para hacer otro corredor.
  
Una de las clásicas invernales de la que habíamos hablado mucho y a la que teníamos ganas de hincarle el diente.

Es de la más repetidas de Peña Telera debido a la combinación de su vistosidad con una dificultad contenida. Uniendo la aproximación, el largo corredor, la visita a la cumbre, el habitual descenso por la canal de la "Y" y el regreso resulta una actividad muy larga.


Una de las complicaciones es encontrar la canal en buen estado y con los resaltes de hielo bien formados. Por lo frío y copioso que había sido el invierno hasta ahora, pensábamos que nos ibamos a encontrar el corredor en buenas condiciones; es principios de marzo.

Al final, por una serie de circunstancias y por el mal estado del corredor a pesar de nuestras creencias (algo corto de nieve y sin haberse formado los resaltes de hielo) no pudimos culminar esta exigente ascensión, pero sí que recorrimos la mayor parte de ella, tanto de subida... como de bajada, ya que abandonamos bajando por el mismo corredor (así que ya nos la aprendimos requerebien para la próxima).

No obstante, unos meses después tuvimos ocasión de volver y desquitarnos, pudiendo culminar exitosamente esta actividad (Diagonal de Peña Telera (II)).

De cualquier forma, aunque en este primer intento no conseguimos completar la actividad, sí que he creo interesante la descripción de este intento y los problemas que tuvimos, independientemente de que en el "Diagonal de Peña Telera (II)" relate el segundo intento, ya completado con éxito.


Empezamos (podéis pinchar en las fotos para verlas más grandes):

Datos:
**(corresponden a la actividad completada posteriormente en junio de 2013; pincha para verla)

Actividad: Alpinismo;      Zona: Pirineos
Cimas: Peña Telera (2762m)
Dificultad: AD/AD+ (Algo Difícil superior), 65º, 700 m. Puede variar mucho en función de las condiciones.
Longitud total: 17,5 km aprox;     Desnivel acumulado positivo:  1650 m aprox;     Desnivel acumulado negativo: 1650 m aprox

Tiempos:
**(aproximados, en base a la actividad completada posteriormente en junio de 2013)
- Aproximación: 1h30min
- Preparativos: 0h30min
- Corredor Gran Diagonal: 4h20min (incluyendo paradas)
- Acceso a cima Peña Telera: 0h50min
- Aproximación a canal de la "Y": entre 1h y 2h, dependiendo de las condiciones
- Rápeles de descenso: 2h, incluyendo preparativos y posterior recogida
- Descenso del resto de canal y retorno al coche: 2h30min
Los tiempos pueden variar considerablemente en función de las condiciones y en función del número de componentes de la/s cordada/s.
Hay que tener en cuenta que adicionalmente siempre hay pequeños detalles que añaden más tiempo, por lo que aunque la suma de los tiempos reflejados totaliza unas 14 horas, no es nada raro superar las 16 horas; y especialmente si no se conoce la zona, la ubicación de los rápeles...

Track: 
Grabado in situ en la actividad completada posteriormente en junio de 2013 y depurados algunos errores puntuales de localización (pincha aquí para acceder al track en wikiloc).

Croquis:

Como pasa en este tipo de actividades, las pendientes son simplemente orientativas y dependerán de las condiciones de nieve y hielo






Fecha:  2 de marzo de 2013


Desarrollo de la actividad

Hacemos Fran, José y yo el viaje desde Madrid el día anterior, viernes, llegando a Panticosa de noche. Allí, en nuestro habitual sitio de vivac, nos esperan Iván y Alejandro, que ya están cenando. Hay bastante nieve y nos cuesta buscar un sitio adecuado para dejar el coche en condiciones, pero se consigue. Hace frío. Cenamos con Alejandro e Iván y nos acostamos, con el acuerdo de poner el despertador a las 4:00. Vamos a dormir poco, pero es lo que hay...

Suena el despertador... ZzZzZzZ... Me parece oirlo, medio dormido, pero no sé si estoy soñando ni en qué mundo estoy; realmente no llego a despertarme, o al menos a tener cierto nivel de consciencia... ZzZzZzZ... los demás parece que no han oido el despertador... ZzZzZzZ...

Abro un ojo. Miro el reloj... ¡Mierda! ¡Las 5:45! ¡Nos hemos quedado dormidos! Empiezo a despertar a todos, que seguían tan rícamente durmiendo... Hay que espabilarse... La actividad es muy larga y ya empezamos mal de horario.

Desayunamos y nos preparamos con una relativa rapidez. Cogemos el coche y nos desplazamos al sitio donde se deja el coche, en una pista pasado Piedrafita de Jaca, hasta donde está cortado por una barrera.

Abrimos el maletero y echamos otro ratillo en preparar las cosas antes de andar. Iván y Alejandro son más rápidos y salen andando. Unos minutos después también estamos preparados nosotros. Empezamos a andar a las 7:50, muy tarde para lo largo que va a ser el día.

Foto antes de empezar a andar

Empieza a amanecer. Comenzamos la subida de aproximación con el Telera de fondo, que pronto se muestra ya bien iluminado por el sol. Llevamos buen ritmo, pero eso no quita para que de vez en cunado hagamos alguna que otra foto.

El sol ya ilumina el Telera

Al principio vamos por una pista, o al menos eso se supone que hay debajo de la nieve. Luego ya nos metemos en sendero. Más o menos vamos siguiendo huellas, aunque en muchos sitios se ven varias alternativas de recorrido. No hay mucha pérdida, pues en cuanto ya has avanzado un poco el Telera está siempre a la vista, pero luego, a la vuelta, descubriríamos que es mejor ir hacia hacia la izquierda del Telera; en nuestra posterior visita en junio así lo hicimos y conseguimos ahorrar un tiempo significativo.

Acercándonos poco a poco al Telera
La aproximación nos va a llevar aproximadamente 2 horas, pero no se llevan mal porque las pendientes en general son suaves. El día es agradable y el sol empieza a picar.

El sol empieza a calentar algo
Nos vamos aproximando a los conos de inicio de los correspondientes corredores. En el grande vemos subir gente, aunque desde aquí los vemos como puntitos. El fresquete se está convirtiendo en un agradable solecillo que con la subida obliga a ir destapándonos un poco.

Posando con el Telera

Al pasar por enfrente de la Gran Diagonal, que es el primer cono más pequeño que se veía, el corredor presenta un aspecto tremendamente cañero: muy vertical, con mucha roca, nada de hielo y algo corto de nieve. Ni se nos pasa por la cabeza que eso sea la Gran Diagonal. De hecho hacemos entre nosotros algún comentario del tipo: «¿Eso es un corredor?»... «No sé»... «No tengo ni idea de si es un corredor ni cual puede ser»... «Jolin, tiene pinta de supercañero»... «Hay que tener huevos para meterse ahí»... «Eso debe ser para mentes locas»...

Aspecto que presenta la Gran Diagonal
Entre eso y ver que la gente iba al cono grande, seguimos adelante y subimos por el cono grande, convencidos de que ese era la Gran Diagonal, ya que el anterior es que ni se nos pasó por la cabeza a ninguno de los tres que pudiera ser.

Empezamos a subir el cono y nos encontramos a Iván y Alejandro. Nos preguntan: «¿Al final os venís a este corredor?». Tras un rato de despiste que se va transformando en incredulidad cuando vamos entendiendo el tema, pues pensábamos que nos estaban tomando el pelo y estaban bromeando con nosotros, finalmente vamos tomando consciencia de que realmente nos hemos equivocado y nos estábamos metiendo en el corredor "Mª José Aller".

Nuestros compañeros nos indican que la Gran Diagonal era el "cono" anterior. Ya que estamos nos preparamos con ellos. En un momento dado, los croquis se me caen ladera abajo; empiezan a deslizar cogiendo gran velocidad, ya que van en una funda de plástico. El desnivel ya es importante, de hecho se pierden de vista... a ver quien es el guapo ahora que baja a cogerlos... y si es que los encuentra. Y además, por si hubiera alguna duda, no podríamos permitirnos el lujo de perder más tiempo. Resultado: nos quedamos sin croquis; un nuevo problemilla ya que arriba nos hubieran venido muy bien, aunque simplemente fuera para saber cuanto nos quedaba y qué diicultades nos esperaban.

Una vez listos nos despedimos y retrocedemos hacia el anterior cono... ¡como si fuéramos sobrados de tiempo! Cuando nos ubicamos ya en el corredor bueno son ya las 10:00. Poco a poco se iba materializando que hoy no iba a ser nuestro día.
El día es espléndido. Una vez en el cono correcto empezamos la subida.

Vamos subiendo como hormiguitas por este enorme corredor; enorme por su longitud. En cuanto a su anchura, esta al principio es amplia, luego se espande en un gran ensanchamiento en el que la pendiente decrece algo; hasta los 35º según reseñas. Después de ese ensanchamiento el corredor se estrecha bastante.

Cuando estamos ya en el gran ensanchamiento, percibimos gente más arriba. Hasta ahora no habíamos visto a nadie meterse en este corredor. La gente que vemos está en lo que parece el primer resalte, peleando con él pero ya superándolo los últimos del grupo, que parece contar con unos seis integrantes.

Nosotros continuamos, sin problemas, hasta llegar al primer resalte. Cae una incesante lluvia de bloques de hielo y piedras de considerables dimensiones sobre nuestras cabezas y cuerpo; ¡bendito casco!... aunque no todo lo para el casco e incluso hubo alguna que otra pequeña lesión. Evidentemente son las cordadas que van por encima nuestro.

El resalte no tiene ni gota de hielo... es en roca. Toca escalarlo. Vamos a hacer un largo. El sacar la cuerda de la mochila en estos lugares tan empinados no es precisamente cómodo, pero es lo que toca.

Una vez listo, se lanza Fran, que hace el largo de primero, y luego iríamos José y yo. El resalte tiene un arranque algo complicadillo para acometer con los crampones, pero lo vamos superando; primero Fran, que monta reunión en unos cordinos que hay más arriba, y luego los demás.

Fran en la reunión tras superar el primer resalte
La reunión es en los cordinos morados
Nos tomamos un respiro en la reunión. Vamos pisándole los talones a las cordadas que van por enima nuestra, que van bastante lentas, así que nos viene bien. Fran saca un termo con té caliente que nos sienta de miedo, pues hace bastante frío y aquí encajonados el sol hace mucho que no nos llega.

Estamos colgados en la reunión, como un racimo. En toda la canal la pendiente no baja de 45º, así que es difícil estar mínimamente cómodos y es realmente complicado quitarse la mochila (y que no se te caiga) para comer o beber algo, así que prácticamente vamos "sobreviendo" con gominolas y poco más.

A nuestra espalda tenemos una espectacular vista del Midi D'Ossau, realzada por el magnífico día que nos acompaña y el estupendo sol que luce... ahí fuera.

José remontando el largo

Espectacular vista del Midi D'Ossau
 
Un zoom
La continuación se ve bastante vertical. Hay dos alternativas, una más o menos recto y otra por la derecha. De estas dos alternativas vemos que solo es posible (razonablemente) por la derecha porque por la izquierda no se ha formado hielo, es todo roca, y escalar con crampones... 

Aunque se ve muchísima inclinación, no es muy difícil y optamos por ir en ensamble, aunque las cordadas superiores iban haciendo largos. Tomo el relevo y encabezo el grupo.

A punto de salir de la reunión. La continuación recto se observa que no tiene hielo

Voy subiendo, seguido de mis compañeros. Alcanzo a la cordada de encima nuestra. Están con un largo en un tramo de resalte que tampoco tiene hielo. Como tocaba esperar se me ocurre la idea de pasarme en travesía a la variante de la izquierda, a ver como estaba para subir, pues se veían marcas de que alguien también había optado por esa posibilidad.

Voy en travesía y me asomo. Esta muy vertical, pero parece que hay nieve y hielo suficiente para avanzar por aquí... al menos hasta el bloque empotrado de más arriba. Como de todas formas nos iba a tocar esperar a que avanzaran las cordadas superiores, tiro por ahí.

No se va subiendo mal. Seguimos encordados. Y llego al resalte del bloque empotrado/cueva. Se trata de un gran bloque empotrado, que si no hay suficiente nieve obstruyéndola se puede superar por la cueva que deja. Pero estaba claro que hoy no era nuestro día: la cueva está tapada y no hay nada de hielo formado. Toca escalarlo.

Es vertical (las fotos engañan y parece que está tumbado). En roca, al parecer es un IV o IV+ en algunas reseñas; delicado para hacerlo con crampones. Me lanzo a superarlo. Voy escalando unos pasos, que resultan algo delicados con crampones, pero tengo que subirme a una repisa que esta con la suficiente nieve dura y hielo para no poder agarrarte a ella, pero no suficiente para poder tirar de piolet. No te puedes valer ni de manos ni de piolet... Hago intentos y llego un momento que hay un agarre que lego a tener a un alcance relativo, tendría que lanzarme a por él, de hecho estoy a punto de hacerlo, pero es realmente muy peligroso y la caída malísima, así que la cabeza me vuelve a la realidad. Estamos en ensamble, pero aunque hiciéramos un largo la situación sería la misma.

Intentando superar el resalte del bloque empotrado. Las fotos engañan: es mucho más vertical de lo que parece
A todo esto, yo estaba sudando por dentro con todo este tiglado y de las cordadas superiores, que aunque habían ido por la derecha más adelante volvían a nuestra vertical, empieza a caer una importante lluvia de nieve que se me cuela por el cogote. Entre los sudores, el mirar hacia arriba tan en vertical y la nieve que me cae por el cogote se me produce un mareo. Empiezo a bajar mientras aviso a Fran de lo que me pasa y de que se ancle bien no sea que me maree del todo y pierda el conocimiento.

Bajo con cuidado de este resalte y enseguida se me va pasando el mareo. Fran va a intentar superar el resalte, así que le cedo el paso. También se encarama como puede y se encuentra como yo, que es muy delicado el subirse a la repisa y la posible caida es malísima, así que también desiste.

No nos queda más remedio que descender todo lo que habíamos ascendido tras la travesía que nos había llevado a esta variante izquierda, y deshacer la travesía.

Nos situamos al pie del resalte donde estaban antes las cordadas que nos precedían. Ya están un poco más arriba, por lo que tenemos el camino libre; no en vano hemos perdido aproximadamente una hora en nuestra "excursión" por la alternativa izquierda.

En dicho resalte vuleve a pasar lo de antes: no hay hielo, todo es roca. Se mete Fran, no recuerdo ahora mismo si seguimos en ensamble o llegamos a montar un largo. El caso es que no está fácil y hay que ir con mucho cuidado.

José pone la voz de alerta, porque mirando el reloj ya son casi las 15h. Es excesivamente tarde.

Examinamos la situación: este tramo en roca tiene pinta de ser más largo que los anteriores y posiblemente haya que montar más de un largo; las cordadas que tenemos por encima van superlentas y nos ralentizan muchísimo; y además examino com zoom las fotos que había hecho desde abajo y no descarto que pueda haber otro tramo más en roca viva.

Visto todo esto, ya peligra el llegar a los rápeles de descenso antes de que se vaya la luz; una vez pasados los rápeles no nos importa en exceso bajar de noche con frontal, pero el tema de encontrar los rápeles puede ser crucial... y no nos apetece mucho pasar una noche ahí arriba.

Fran sigue avanzando un trecho y corrobora que sigue viendo roca pelada. En ese momento ya se acaba de confirmar, por si todavía quedaba un mínimo de dudas, que la opción más razonable es la retirada. Nos cuesta un poco aceptarlo, pero somos conscientes de que no hay más remedio y seguir sería una gran imprudencia. Fran recula y va descendiendo hasta donde estamos nosotros.

Vamos a descender. La pendiente es muy fuerte, así que José y Fran plantean hacer un rápel abandonando una cinta. No obstante, mientras tanto me decido a probar a ir bajando a pelo. Como veo que yendo con mucho tacto no se baja del todo mal, se me unen Fran y José y bajamos así todos un buen trecho hasta llegar a la reunión del cordino morado.
En la reunión nos anclamos y Fran nos sorprende sacando un termo con té caliente. Con este frío entra la mar de bien y es altamente reconfortante... resulta una excelente aportación de Fran. Además, hacía muchísimas horas que no nos echábamos al cuerpo ni comida ni bebida, por lo "sintregua" de este corredor.
Fran en la reunión
Tras este reconfortante momento, montamos un rápel desde la reunión. Desciendo yo primero hasta el inicio del primer resalte,donde me anclo a un clavo existente y espero a mis compañeros. Es un lugar bastante estrecho. Fran baja a continuación y mientras baja me toca una tremenda caida de nieve ocasionada con él rapelado de la que no puedo escapar al ser el sitio estrecho. Además, cuando llega Fran cae sobre mí cayéndome con el regatón de uno de sus piolets de punta sobre mi hombro. Afortunadamente, aunque me ha hecho daño no tiene consecuencias y me alegro de que mi chupa esté reforzada en la zona de hombros.
Estamos apiñados los dos en esta reunión mientras baja José... igualmente nos toca soportar una gran caída de nieve.

Según llega José, y dado que no hay mucho espacio, prepara e inicia rápidamente un segundo rápel de 60 metros con las dos cuerdas que llevamos empalmadas. Realmente no hace falta tanto, pero ya que lo montamos queremos aprovecharlo al máximo.
José en el segundo rápel, mientras Fran y yo esperamos turno algo apiñados
Este segundo rápel ya no nos causa muchos problemas porque aterrizamos en una zona menos empinada, más amplia y con posibilidades de cobijarte tras la roca de la derecha de la caída de nieve.

Terminamos todos el rápel y recogemos la cuerda. El resto ya es algo menos empinado y vamos bajando al cono sin problemasy pronto podemos bajar mirando de frente hacia la bajada.

Tras bajar ya el cono de la canal, remonto unos minutos hacia las otras canales para sacarle una foto "de frente" a la Gran Diagonal, comprobando que efectivamente está muy corta de nieve (por no hablar del "cero" de hielo), especialmente si se compara con los croquis que llevaba yo.

Foto del corredor

Bueno, me consuelo pensando que como en el fondo la hemos recorrido en gran parte dos veces (subida y bajada), así para la próxima la tenemos requetesabida.

Me vuelvo a reunir con mis compañeros, que andan de animada charla y nos hacemos alguna foto de recuerdo.

Foto de despedida... hasta la próxima

Nos encontramos con unos chicos que bajan del corredor María José Aller, al cual habían ido nuestros compañeros Iván y Alejandro. Les preguntamos y nos cuentan que nadie ha conseguido completar el corredor debido a la falta de hielo y nieve y que ellos eran los que más arriba habían llegado, pero la salida final era roca con una capa de verglass que era imposible de subir y han tenido que bajarse.

Emprendemos el regreso al coche, mientras el sol ya empieza a caer. La bajada también nos ha llevado unas cuantas horas. Vamos deshaciendo la aproximación hacia el coche tranquilamente y en animada charla. Nos cae la noche y hacemos una buena parte del recorrido a la luz de los frontales, hasta que llegamos al coche.

Aunque no hayamos culminado, ha sido un montonazo de horas colgados de los piolets y los crampones... una actividad muy intensa y durante muchísimas horas, así que tampoco es que nos vayamos de vacío.

Llegamos con el coche a nuestro vivac, hacia las 21h. Allí nos esperan Ivan y Alejandro que lógicamente no saben nuestra historia, así nos ponemos al corriente mutuamente de cómo ha ido la jornada. Ivan y Alejandro se alegran de nuestra prudente decisión de abandonar y nos confirman que ellos tampoco han podido hacer su corredor, el María José Aller, por el mismo motivo de no estar formado el hielo en los resaltes, y que de hecho se han bajado nada más llegar al primer resalte.

Mientras cenamos, se habla de los planes del día siguiente. Habíamos hablado de subir a las cascadas de Canal Roya y hacer alguna que otra cascada de hielo, sin liarnos demasiado para no llegar demasiado tarde a Madrid. Iván y Alejandro, aunque estan algo cansados, mantienen el plan y deciden levantarse temprano, a las 5:00.

José tiene claro que no quiere hacer nada, Fran está algo animado aunque muy cansado, y yo estoy muy indeciso. Todos tenemos una buena paliza en el cuerpo. Cuando Iván y Alejandro fijan la hora de despertarse, me viene a la cabeza lo poco que hemos dormido la noche anterior y que aparte del enoorme cansancio que tenemos tambien tenemos falta de sueño, por lo que la idea de pegarse otro madrugón no la encajo muy bien y se lo planteo a Fran, indicándole que si le interesa puede ir con Iván y Alejandro, pero Fran acaba desistiendo también.

Al día siguiente

Iván y Alejandro se levantan a las 5:00. Yo les oigo y por dentro me reconforto pensando en lo calentito y a gusto que se está bien cerradito en el saco... ZzZzZzZ

Amanece. Sale el sol y empieza a calentar. Me levanto y compruebo que se está más a gusto al solecito que en nuestro vivac techado. Fran y José siguen durmiendo. Yo me dedico a pululear por los alrededores y me maravillo contemplando el estupendo paisaje que nos muestra este soleado día. Mirando hacia Peña Telera la estampa es magnífica... casi dan ganas de intentar hoy otra vez la Gran Diagonal (aunque lógicamente es un decir).

El día tan magnífico invita
Mis compañeros finalmente se van despertando, aunque no está muy por la labor de salir del saco. A Fran se le oye trastear con el móvil dentro del saco. Aunque les insisto en que se está muy bien al solecito, les cuesta un buen rato decidirse.


Muy tranquilamente, ya que tenemos tiempo de sobra desayunamos y recogemos todo y cuando estamos listos partimos hacia Madrid.

Iván y Alejandro nos comentarían posteriormente que les fue bien en las cascadas, aunque les pesó mucho el cansancio.

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